La circulación mantendrá los dos sentidos, al menos hasta que haya alternativas

La Xunta cambiará la estética de A Barca

Infraestructuras trabaja en varios diseños y algunos incluyen una cubierta distinta y mejorasen la iluminación
Imagen de los operarios solucionando los desperfectos del puente de A Barca y analizando sus deficiencias
photo_camera Imagen de los operarios solucionando los desperfectos del puente de A Barca y analizando sus deficiencias

La Consellería de Infraestructuras, que dirige Ethel Vázquez, trabaja en varios diseños para el nuevo puente de A Barca. La intención es que las obras que se ejecuten en el paso elevado no se limiten a un refuerzo para evitar su deterioro sino que aporten importantes modificaciones estéticas que servirían para poner en valor la estructura, ahora mismo la segunda más antigua de todas las que vuelan sobre el río se Lérez.

La Xunta recogió el pasado marzo el guante lanzado por el Concello de Pontevedra tras los desperfectos ocasionados por los temporales del invierno. Entonces, el vicepresidente del gobierno gallego, Alfonso Rueda, se comprometió, junto con la titular de Infraestructuras, a valorar el estado del puente y realizar un proyecto para su reforzamiento.

Los estudios en el puente de A Barca se han llevado a cabo durante los últimos meses e incluyeron el uso de drones con los que se revisaron los pilares y todos los perfiles sobre el agua.

Aunque la conclusión de estos informes fue que la estructura no presente deficiencias importantes y su estado de conservación no supone ningún riesgo a medio plazo, la consellería tiene asumido que se actuará sobre la totalidad de la misma, con una finalidad que también tendría un carácter preventivo. No obstante, el cambio sustancial en el proyecto que maneja la Xunta es el estético.

Los técnicos tienen ya los primeros diseños de lo que podría ser el futuro puente de A Barca. Algunas propuestas mantienen la actual cubierta con una apariencia similar y otras cambian sustancialmente la apariencia del puente, para convertirlo en algo mucho más similar al puente de As Correntes. La decisión se adoptará en cuestión de semanas. El otro punto caliente pasa por la solución de tráfico que se adopte en la reforma. Aunque el Concello de Pontevedra insistió en que se aprovechen los trabajos para eliminar el carril de acceso a Poio, la Xunta no modificará este aspecto sin garantías para los usuarios y sin el consenso de Poio.

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