El director xeral de Montes, Tomás Fernández-Couto, confirmó que en estos momentos trabajan en Galicia prácticamente los mismos medios aéreos que en verano y el doble de efectivos de los normales en esta época del año, por lo que opina que no se puede incentivar con contrataciones lo que se denomina "economía del fuego".
Desde su punto de vista, a pesar de las críticas de algunas organizaciones sindicales, la situación que se está viviendo en el sur de Galicia, concretamente en la provincia de Ourense, no es un problema ocasionado por la falta de medios en el operativo de extinción, sino que está relacionado con una actividad delictiva con pocos precedentes.
En ese sentido, sostuvo que "responder a una acción delictiva con contrataciones, refuerzos y demás" sería "alimentar una auténtica economía del fuego", algo que la Xunta de Galicia pretende "evitar".
El director xeral afirmó que "más de un 90% de los fuegos son provocados" y en la provincia de Ourense, donde lleva "seis meses sin llover", se ha detectado una "alta actividad incendiaria", que a su juicio es "un problema de orden público", porque "quemar el monte es un delito".
En ese sentido, recordó que la mayoría de los fuegos no comienzan "por un rayo o por despistes", sino a causa de una actividad incendiaria con "un componente delictivo homicida", por el riesgo que suponen esos fuegos para las personas que están trabajando en su extinción.
Son, según el director xeral, fuegos que se multiplican en horario nocturno, agrupados en un territorio determinado, cerca de núcleos de población o que siguen vías de comunicación, como carreteras o autovías, lo que indica que son "claramente provocados".
SENSACIÓN DE ''IMPUNIDAD''
Desde su punto de vista, esa actividad incendiaria tiene que tener "una respuesta policial adecuada", porque se está instalando en la sociedad y entre los miembros del operativo de extinción la "sensación" de que los pirómanos actúan con una cierta "impunidad".
En todo caso, aunque Fernández-Couto quiso aclarar que sus palabras "no son un reproche" a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, también dijo que "habrá que evaluar" si lo que está sucediendo en Ourense requiere "un esfuerzo especial" por su parte.
Afirmó que no tiene datos para asegurar que sean provocados por "grupos organizados", pero recordó que en Galicia hubo más incendios antes y después del verano, a pesar de que las condiciones climáticas no han variado, "por lo que habrá que investigar por qué a partir del 1 de octubre se dispara el número de fuegos que tenemos que atender y la actividad incendiaria".
También quiso hacer un "un llamamiento a la población, porque a veces resulta sorprendente que no haya más denuncias a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o a los agentes forestales de la Xunta de Galicia" cuando la actividad incendiaria es tan elevada en zonas muy concretas del territorio.
