El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña y el alcalde de A Lama, Jorge Canda Martínez, presidieron ayer el multitudinario homenaje de despedida al doctor Luis Miguel Fuente Martín con motivo de su jubilación como médico tras 34 años de ejercicio continuado en el Centro de Salud del municipio.
El acto de homenaje, que se desarrolló en el pabellón municipal de deportes de la localidad por las inclemencias meteoreológicas, congregó a más de 150 personas que quisieron honrar y agradecer el trabajo y la dedicación de Miguel Fuente a lo largo de más de tres décadas. Este agradecimiento se plasmó en la entrega de una placa conmemorativa, un pin y un reloj, como regalos de despedida al doctor.
El conselleiro de Sanidade agradeció el trabajo del que fue el médico de cientos de vecinos de A Lama en los últimos 34 años
Durante la entrega de los obsequios, el conselleiro de Sanidade, ensalzó la labor de los médicos rurales, por la dedicación y exigencia que tiene responder a las necesidades de sus pacientes. Vázquez Almuiña agradeció la profesionalidad del doctor Fuente y afirmó que con su ejemplo honraba a la profesión médica.
Por su parte el alcalde, Jorge Canda, también se dirigió a los presentes y dijo sentirse muy orgulloso de hacer entrega de una placa conmemorativa y de un pin del Concello de A Lama a una persona que demostró a lo largo de su trayectoria que estaba al servicio de sus vecinos y también destacó su papel como colaborador en cuestiones sociales relacionadas con sus pacientes, así como su interés por el servicio público que le llevó también a formar parte de la Corporación Municipal de A Lama durante una legislatura hace ya algunos años.
ABRUMADO. El último en tomar el turno de palabra fue el doctor Luis Miguel Fuente Martín, quien dijo sentirse muy abrumado por las muestras de afecto recibidas en este último tramo.
En un discurso marcado por la emoción recordó su llegada a A Lama y los 34 años de servicio a sus vecinos.
Fuente Martín, dio las gracias por las muestras de cariño recibidas y dijo que los lameses habían logrado que se sintiese como un vecino más.
