La gala de los Goya de ayer fue una verdadera decepción para los representantes gallegos, especialmente para O Apóstolo, de Fernando Cortizo, en cuya nominación en la categoría de mejor largometraje de animacion podría dar la campanada por tratarse de la primera cinta de larga duración grabada en España con la técnica de stop motion, aunque finalmente el Goya se decantó por Las Aventuras de Tadeo Jones.
La categoría de animación no fue la única en la que las aventuras de este arqueólogo frustraron las espectativas de las candidaturas gallegas al llevarse el Goya a mejor guión adaptado, a la que aspiraba Manuel Rivas por Todo es silencio; Fin, un film nominado también en esta sección, inspirado en la novela del lucense David Monteagudo; y la produción de Vaca Films Invasor.
Precisamente esta producción llegó a la gala con cinco nominaciones, sin embargo, se fue de ella sin ningún cabezón, tal vez haya más suerte el próximo año.
