LA CRISIS catalana está siendo muy dura para los policías y guardias civiles que la están viviendo en primera línea, enviados allí por el Gobierno para mantener el orden, y que ven cómo la situación se complica por momentos.
Uno de los testimonios recabados ayer procede de un miembro de uno de los GRS (Grupo de Reserva y Seguridad) originario de Pontevedra y destinado en un punto de Cataluña que prefiere mantener reservado. "Dependiendo del lugar en el que estés, puedes vivir más tranquilo o tener que afrontar la presencia de los independentistas. Hay lugares en los que todo está tranquilo, pero en otros es cierto que hay problemas", relata.
"Hacen turnos para intentar que no duermas, y te provocan para que al final reacciones", una situación que les está haciendo pasar difíciles momentos.
EL CONFLICTO. Sobre la situación global del conflicto que le ha tocado vivir en primera persona, este especialista en el control y la seguridad de masas detalla que "en el tiempo que llevo aquí (que ya son más de diez días) he comprobado que está todo súpermanipulado. Cada movimiento de los independentistas está muy bien pensado. Incluso pienso que manejan a la prensa a su antojo. Tienen a periodistas por fuera trabajando para ellos y, por otra parte, pretenden que otros no accedan a ciertos puntos", añade.
LAS INTERVENCIONES. En cuanto a las cargas policiales que tanta polémica han levantado tanto en el resto de España como en el extranjero, el pontevedrés deja claro que "es cierto que ha habido cargas policiales, pero de menor entidad que las que puede haber en cualquier partido de fútbol de cierta entidad. En un Celta-Dépor, por ejemplo, las cargas suelen ser mucho mayores". El GRS insiste en que "aquí todo se magnifica. Un empujón o una pequeña patada pasa desapercibida en los exteriores de un campo de fútbol, y aquí parece algo tremendo", manifiesta el GRS.
BUSCANDO LA IMAGEN. Otro aspecto destacado por este agente relacionado con la manipulación tiene que ver con el supuesto dominio de los tiempos que tienen los independentistas. "Ellos vieron que no había ningún problema y no habían obtenido esa imagen que buscaban, por lo que apostaron por provocar las cargas para lograr sus propósitos", indica el agente, dejando entrever que los soberanistas hicieron uso de ciertos métodos de protesta que tendrían como consecuencia la actuación policial y las citadas fotos. En cuanto a la vida diaria, el GRS explica a este periódico que "si no hay independentistas en la zona vives tranquilo, sales a la calle y sin problemas, pero si están es un lugar en el que ellos están te encuentras agobiado y molesto.
