Las cofradías locales no sacan la vista del cielo

La intensidad de las próximas lluvias dictará el destino de los bancos marisqueros, que ya en 2006 sufrieron pérdidas nefastas por la llegada de las cenizas al mar ►Los moluscos se asfixiaron y las zonas de producción menguaron a causa de unos fangos que todavía hoy comen terreno ►Los afectados proponen medidas preventivas en las zonas quemadas
Mariscadoras faenando en el banco de Lourizán
photo_camera Mariscadoras faenando en el banco de Lourizán

Los antecedentes obligan a las cofradías pontevedresas a vigilar de cerca el parte meteorológico. En 2006 las lluvias torrenciales y las riadas que llegaron tras la oleada de incendios pasaron una factura que aún hoy sigue coleando. Las cenizas asfixiaron los moluscos y los fangos ganaron terreno, desahuciando a gran parte de los seres vivos que subsisten bajo el agua.

Esta vez se teme que las secuelas de los fuegos que asolaron la provincia causen perjuicios similares. El presidente de la Federación Provincial de Cofradías, José Antonio Gómez, da por descontando que "puede haber consecuencias importantes". La magnitud del desastre dependerá de la intensidad de las lluvias y de la cantidad de residuos orgánicos que acaben en los cursos de agua que desembocan al mar. "Si las lluvias son muy fuertes las cenizas pueden llegar a las zonas de producción y crear un problema gordo para el sector marisquero. Actualmente ya tenemos problemas con las altas temperaturas, porque propician la aparición de algas y en muchos bancos nos vemos obligados a sacarlas para que el marisco pueda respirar. Si ahora viene lluvia en cantidad, con restos de ceniza y otro tipo de aportes, el índice de mortandad puede ser elevado", advierte el portavoz de los cofrades pontevedreses. El temor del gremio se concentra en la zona sur de la provincia, en lugares como Baiona o Canido, donde los incendios se expandieron a zonas próximas a la costa. Gómez indica que hay pocas herramientas para frenar los efectos colaterales de los fuegos. Una de las medidas que empieza a sonar entre los afectados es la posibilidad de esparcir paja u otro tipo de elemento sobre las zonas quemadas que más amenazan al sector para frenar la fuga de cenizas. No obstante, el propio Gómez advierte de que solo sería efectivo si las próximas lluvias son dóciles "y da tiempo a que la tierra se agarre y empiece a brotar algún tipo de vegetación". Si las precipitaciones tienen brío, la efectividad de este tipo de medidas quedará entre interrogantes.

PENDIENTES DEL LÉREZ. El patrón mayor de Raxó, Iago Tomé, comparte todas las hipótesis del presidente de la federación, pero espera que esta zona de la ría pontevedresa salga lo más airosa posible de los episodios que están por venir. El portavoz de los cofrades recuerda que se avecina la temporada más importante para el sector: el invierno y, particularmente, las navidades: "A finais de novembro e a principios de decembro é cando aseguras o ano. Se sucede algo nestes meses, sería unha estocada moi forte".

José Antonio Gómez Pte. Federación Cofradías
"Si las lluvias son muy fuertes, las cenizas pueden llegar a las zonas de producción y crear un problema gordo
" 

Iago Tomé
 Patrón mayor de Raxó
"En novembro e decembro é cando aseguras o ano. Se sucede algo, sería unha estocada moi forte
" 

José Luis Villanueva
 Pte. Cofradía de Carril
"A nada que empiece a llover un poco fuerte y corra el agua hacia los ríos, se verán las consecuencias
"

En 2006 su zona de faena fue de las más castigadas por las lluvias y las riadas, que afectaron de plano a la economía de los cofrades y a la supervivencia de la materia prima. "No banco marisquero de Combarro ocurriu unha desfeita, porque as cinzas non só matan á ameixa, senón tamén ao placton e a todo bicho vivente que hai na auga", indica. Por este motivo, el patrón también reclama medidas mínimas, incluyendo la limpieza de los canales de los ríos para evitar revivir la pesadilla de hace once años. "Daquela a falta de mantemento orixinou un tapón no río que baixa ao carón de Pescamar e que acabou caendo enriba do banco marisqueiro da Seca. Se chovera como antes, igual non había tanto perigo, pero agora non podes descartar que se produza unha tromba de auga, cuxas consecuencias serían fatais. Ninguén pode parar isto".

En el ámbito local, Tomé cree que la clave estará en el volumen de cenizas que se acumulen en el Lérez. Si éste es significativo, "poderían verse afectadas varias cofradías da ría", desde la de Praceres a la de Raxó o Bueu.

BANCOS DE AROUSO. El presidente de la Cofradía de Carril, José Luis Villanueva, está convencido de que "esto no va a traer nada bueno". "Ya hay experiencias de otros años. A nada que empiece a llover un poco fuerte y corra el agua hacia los ríos, se verán las consecuencias".

El cofrade condiciona los efectos de los incendios al tiempo que pase sin llover, concretamente, al margen de maniobra que tendrá el monte para volver a regenerar foresta. "Si no hay hierba, los fangos y las cenizas llegarán al mar", con todo lo que ello supone. El lodo no solo come terreno a los bancos marisqueros, sino que "varía el PH del agua, mata a los seres vivos" y es muy difícil de erradicar. De hecho, la cofradía de Carril y muchas otras del territorio gallego todavía lidian con los fangos llegados con la oleada de incendios de 2006. "Se precipitan sobre los fondos de los bancos marisqueros y tapan el oxígeno de los moluscos, produciendo la muerte por asfixia. Pero lo pero de todo es que sus efectos no pasan con las corrientes marinas, sino que estos fangos se van acumulando y van ocupando cada vez más zonas, por lo que los bancos van cada vez a menos", advierte Villanueva.

En el caso de su cofradía, el problema es doble. Por un lado, debe vigilar "las lluvias que llegan directamente al río y, por otro, las que puedan quedar acumuladas en los propios embalses, que acabarán llegando al mismo sitio", al mar.

El patrón mayor desconoce la efectividad de las técnicas que están al alcance para intentar mitigar el problema, pero no cree "que haya muchos medios para atajar los efectos si hay lluvias potentes o una riada fuerte. Es mucha superficie a cubrir y no creo que la Administración tenga medios ni tiempo", señala en alusión a la posibilidad de echar paja u otros sustratos en el monte.

Ahora mismo lo único firme es lo que ya forma parte del pasado y en 2006 esta cofradía, al igual que "Arousa entera", se vio "afectadísima" por las secuelas de los incendios. "Causó estragos en todos los sentidos".

ESTUDIO. En Baiona los expertos estudian el daño medioambiental e intentan evitar males mayores por el arrastre de cenizas a la ría. A este respecto, el alcalde Ángel Rodal, valoró la lluvia "moderada" que cayó a principios de semana, puesto que si llega a haber sido "torrencial" tendría consecuencias negativas para los bancos marisqueros.

En 2006 las cofradías pontevedresas se dirigieron a la Xunta de Galicia para solicitar información sobre los posibles efectos perjudiciales de las cenizas en los bancos marisqueros. El director de la Escola de Enxeñaría Forestal, Juan Picos, advertía hace unos días a este periódico sobre el "riesgo" real de que las cenizas puedan ser arrastradas a captaciones de agua, cursos acuíferos y zonas de mar. Todo dependerá de la cantidad de depositada en cada zona, la pendiente y la cantidad de lluvia.

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