Las altas exigencias de aspirar a ser socorrista en verano

Las pruebas se desarrollaron en la playa de Montalvo, como viene siendo habitual en los últimos años (Foto: David Freire)
photo_camera Las pruebas se desarrollaron en la playa de Montalvo, como viene siendo habitual en los últimos años (Foto: David Freire)

SANXENXO. La playa de Montalvo volvió a ser escenario hoy de las pruebas físicas de acceso a los 60 puestos de socorristas y sanitarios que el Concello de Sanxenxo habilitará a partir del 1 de julio en sus arenales más concurridos. En esta ocasión, fueron más de un centenar los aspirantes que compitieron por conseguir los mejores tiempos, requisito indispensable para poder formar parte de la plantilla que velará durante el verano por la seguridad de los bañistas.

Además, también tuvieron que hacer frente a un examen teórico en el Pazo Emilia Pardo Bazán. El test constaba de 80 preguntas. Los interesados en ocupar las plazas de sanitarios asumieron, asimismo, una serie de pruebas relacionadas con la reanimación y los primeros auxilios.

En esta ocasión, los examinadores decidieron cambiar drásticamente las condiciones de las pruebas físicas. Si el año pasado lo que más se valoraba era la resistencia, hoy los aspirantes tuvieron que demostrar su explosividad y velocidad. Divididos en varios grupos de diez, los examinados debían realizar un sprint desde la mitad de la playa hasta la orilla.

Una vez en el agua, los jóvenes tenían que cubrir a nado una distancia de 200 metros, volver, desprenderse de sus aletas y correr de nuevo hasta la línea de salida. Además, debían portar en todo momento sus correspondientes ‘flopis’, que hacían las veces de bañistas necesitados de auxilio.

Aunque oficialmente el verano ya es una realidad, las condiciones meteorológicas de hoy recordaban más a un día de primavera, lo que provocó que la celebración del examen levantase menos expectación que en otros años. Minutos antes de iniciarse la prueba, algunos aspirantes recordaban lo sucedido en 2012, cuando tuvieron que enfrentarse a temperaturas que rondaban los 35 grados. Esta vez el calor brilló por su ausencia y el agua estaba más fría, por lo que la gran mayoría de los participantes optó por no desprenderse de sus trajes de neopreno.

Otro de los aspectos más llamativos de la convocatoria correspondiente a la recién iniciada temporada estival es el aumento de aspirantes femeninas con respecto a años anteriores. Una docena de chicas se presentaron a las pruebas, una cifra que aumenta exponencialmente en el caso de los sanitarios (solo cinco de los 30 aspirantes son chicos).

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