Las granjas pararán la entrega de leche el sábado si el pacto del sector no convence

Más de 4.000 tractores colapsaron Santiago a tres días de la reunión en la que se espera cerrar un acuerdo para que el precio cubra costes
Cientos de tractores congregados en Santiago antes iniciar la marcha por la ciudad
photo_camera Cientos de tractores congregados en Santiago antes iniciar la marcha por la ciudad

La semana de citas clave para el futuro del sector lácteo arrancó este lunes con un ejército de ganaderos en pie de guerra en los dos puntos calientes de las movilizaciones por los precios de la leche: Santiago y Lugo. Más de 4.000 tractores tomaron Compostela en una protesta sin precedentes por la elevada participación -pese a no alcanzarse los 5.000 vehículos previstos por la Plataforma pola Defensa do Sector Lácteo-, mientras a la capital lucense llegaban más productores para unirse a una manifestación que suma hoy su sexta jornada. Y aún quedan varios días movidos por delante, como mínimo hasta el jueves.

Ese día se sentarán a la misma mesa en Madrid las organizaciones agrarias, la industria, la distribución y el Ministerio de Agricultura con expectativas de que se alcance un acuerdo que garantice que los productores cobren por cada litro de leche al menos lo que les cuesta producirlo. Eso sí, los representantes de los ganaderos ya dejan claro que no les bastará con la buena disposición de los siguientes eslabones en la cadena y ponen como condición que el Gobierno establezca un marco legal que asegure que los compromisos no se quedarán en papel mojado. De lo contrario, perpetuarán las protestas y alentarán a los productores a iniciar ya a partir del sábado una huelga de entregas.

¿Por dónde van las negociaciones entre las tres partes de cara a la cita del jueves? La idea es que se establezca una horquilla de precios por debajo del cual las empresas de recogida no pueden comprar leche a las explotaciones y que se fije otro umbral para los importes que las cadenas de distribución abonan a las industrias. No se trataría de imponer una cotización mínima, sino que se aprovecharía un hueco en la legislación de competencia para establecer lo que se de- nominarían precios «sostibles».

Con ese telón de fondo, todo parece indicar que hará falta más tiempo para cerrar los flecos del pacto, como acordar ese rango de precios. Así lo explican desde las organizaciones agrarias, que quieren ver la firma de todas las cadenas de distribución en el documento y no solo de la patronal que la engloba y, sobre todo, «unha base legal que obrigue ao cumprimento e estableza sancións». «Non queremos acordos en falso para que nos enganen como noutras ocasións», afirmó el responsable de Asaja-Galicia, Francisco Bello.

Presente también en la tractorada de Santiago, el secretario general de Unións Agrarias, Roberto García, urgió un entendimiento que permita que «todos os contratos ‘basura’ se suspendan, que as propostas de baixada que teñen as industrias se retiren e que o 1 de outubro se firmen novos contratos cos que ninguén cobre polo leite menos do que custa producilo».

En la cuenta atrás hacia esa reunión, los ganaderos -que en Compostela se dividen entre los que apoyan a los sindicatos y los que recelan de su papel como representantes de los cerca de 9.500 productores activos en Galicia- elevan la presión sobre las administraciones para lograr algo que llevan exigiendo en las calles desde hace un mes y medio: un precio que les permita vivir de su trabajo y evite una sangría de cierres en una comunidad que desde que se suprimió el sistema de cuotas en abril ha perdido de media un ganadero por día y muchos de los que siguen lo hacen a duras penas porque pierden dinero cada mes.

Es un escenario ante el cual no se conforman con ayudas directas o moratorias en el pago de créditos: quieren volver a la senda de la rentabilidad con precios «dignos». Esa petición se leía el lunes en algunas de las pancartas que portaban los tractores en Compostela. Desde allí Anxo Escariz, de la OPL, mandó un mensaje de «apoio» a los ganaderos concentrados en Lugo y apeló a la unidad de todos. «Pensamos que están sendo manipulados pola conselleira Rosa Quintana e o PP para tentar desunir os produtores», dijo, partidario de «non dispararnos entre nós nin confundir sobre cal é o inimigo».

FEIJÓO MANDA SU APOYO. Escariz no fue el único que cargó ayer contra la Xunta. También aprovecharon la jornada de protesta los partidos de la oposición para criticar el papel que está jugando el Gobierno gallego en esta crisis. A la explanada de Salgueiriños, de donde partió la tractorada con unas dos horas de retraso sobre la prevista, llegaron incluso antes que los ganaderos el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, acompañado de otros intregrantes del partido como Pablo García o Méndez Romeu; el portavoz nacional del BNG, Xavier Vence, junto a Tareixa Paz o Ana Pontón, e integrantes de Age.

Sin responder directamente a sus críticas, el presidente Alberto Núñez Feijóo contactó con los sindicatos para mostrar su «apoio» a los ganaderos y apeló a la «sensibilidade» de la UE para garantizar un futuro que ahora ven negro.

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