Las lluvias provocan un nuevo desprendimiento en la N-541 en Cotobade

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Las fuertes lluvias caídas durante la madrugada del lunes volvieron a generar daños en la N-541 a su paso por Cotobade, en un vial en el que ya son más que frecuentes los desprendimientos, y en un tramo concreto en el que las riadas de 2006 hundieron los dos carriles y motivaron el corte de la circulación durante más de una semana. En aquella ocasión se descubrió que el puente del kilómetro 82,00 del vial presentaba un problema estructural cuyo arreglo, con más de 800.000 euros de presupuesto, se inició hace más de un mes.

Precisamente, según el alcalde, los trabajos de un destierre iniciados «e que se abandonaron fai máis dunha semana» pueden ser la causa del gran desprendimiento. A las cinco de la madrugada, la Guardia Civil recibió el aviso del desastre en la carretera. A pie de asfalto simplemente se aprecia la ausencia de unos 20 centímetros del carril en dirección Pontevedra y del quitamiedos.

Desde las siete de la madrugada, la Guardia Civil habilitó un carril provisional, aprovechando la isleta de la zona, y aseguró el tramo con señalización. Los usuarios del vial no tuvieron que lamentar problemas. Al amanecer se pudo comprobar la dimensión del desastre: las aguas volvieron a llevarse la tierra que había entre el firme (asfalto con unos 10 centímetros de grosor) y la canalización del río, unos cuatro metros por debajo. Como consecuencia se desprendieron varias toneladas de tierra, el arcén, el quitamiedos y parte del firme del carril. Total: unos 20 metros de socavón.

Desde el ramal, que parte de esta misma carretera en dirección Parada de Tenorio, -justo en el mismo punto-, se puede apreciar el peligro que genera la rotura del firme, que, a simple vista, parece haber quebrado con la blandura de una tarta. También es engañosa la apariencia de la canalización de más de un metro de diámetro por la que discurre el río. Está tan deformada que apenas conserva parte de la circunferencia original propia de una forma cilíndrica. Nadie diría que una aleación metálica para viales de alta capacidad puede ceder así ante el peso.

La empresa responsable de las obras desplazó a un par de cuadrillas para asegurar la zona. En principio, a falta de que Fomento explique con más detalle las causas del accidente y las posibles soluciones, los operarios de la empresa creen que el carril provisional permanecerá operativounos días.

Los primeros trabajos consistieron en la aplicación de hormigón con el que delimitar con seguridad el nuevo carril, situado a menos de medio metro del borde del desprendimiento. A última hora de la tarde, el alcalde, Manoel Loureiro, pidió una mejora de la señalización, a través del 112. «Paréceme deficiente para o perigoso que está isto. Véxoo todo moi provisional, así que pedín que Tráfico e o responsable de Estradas o melloren. Cando menos, que se avise no luminoso de Bora e se reforce a sinalización dende Viascón», pidió.

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