Las siete vidas del edificio Herpi, en Sanxenxo

Casi veinte años después de que el Supremo decretase convertir en diáfanos los bajos del conocido inmueble, el cumplimiento de la sentencia sigue sin hacerse realidad
La estructura, de 30 metros de alto, fue construida en 1973. Su ubicación limita el acceso a la playa de A Carabuxeira
photo_camera La estructura, de 30 metros de alto, fue construida en 1973. Su ubicación limita el acceso a la playa de A Carabuxeira

Una mole de 30 metros de altura, dividida en ocho plantas, ‘saluda’ desde hace más de 40 años a los conductores que acceden al casco urbano de Sanxenxo a través de la avenida de León. Es el edificio Herpi, uno de los inmuebles más conocidos (y controvertidos) de la villa turística de O Salnés.

Al margen de pequeñas mejoras y arreglos en su fachada, la estructura prácticamente mantiene el mismo aspecto que lucía en 1973, cuando fue construido. Sin embargo, el Herpi debería haber cambiado de ‘look’ antes de que concluyese el siglo pasado. El Tribunal Supremo decretó a principios de 1997 que los bajos deberían ser diáfanos, a fin de facilitar el acceso a la playa de A Carabuxeira, situada a muy pocos metros del edificio, y permitir que el arenal urbano fuese visible desde la carretera PO-308. La sentencia nunca llegó a ejecutarse y todavía hoy los bajos, que nunca llegaron a ser utilizados, continúan siendo opacos.

Después de muchos años en el olvido, la situación del Herpi volvió a salir a colación durante el Pleno ordinario del pasado lunes. Fue el concelleiro no adscrito, Roberto Carlos Agís, el encargado de desempolvar la controvertida situación del inmueble, que aún a día de hoy sigue siendo uno de los más altos de Sanxenxo. El independiente aprovechó el turno de ruegos y preguntas para solicitar información sobre la situación actual del expediente. La respuesta del alcalde, Gonzalo Pita, no convenció a Agís, que instó al regidor a que vuelva a responderle en el próximo Pleno ordinario, que tendrá lugar en noviembre.

OBJETIVO DEL PP. Se da la circunstancia de que dar cumplimiento a la sentencia del Tribunal Supremo fue uno de los grandes objetivos del Gobierno local dirigido por Telmo Martín. El exalcalde anunció a principios de 2004, unos meses después de aprobar el Plan Xeral de Ordenación Municipal, que estaba dispuesto a ejecutar el fallo judicial. Martín dio orden a los técnicos de que estudiasen la viabilidad del proyecto. Incluso se llegó a marcar un plazo: la actuación debería estar concluida en 2007. Sin embargo, la piqueta nunca llegó a hacer acto de presencia en la avenida de León.

La historia del Herpi resultó truculenta, desde el punto de vista urbanístico, desde antes de su construcción. En 1971 el Ayuntamiento decidió denegar la licencia de obra. Ante esta situación, el particular que promovía la actuación presentó un recurso en la Audiencia de A Coruña, que falló a su favor. A pesar de que el Concello trató de oponerse a la actuación, finalmente se hizo realidad. Ya entonces se contemplaba que los bajos fuesen diáfanos.

Desde su construcción, el acceso a la playa de A Carabuxeira se realiza a través de unas escaleras contiguas al inmueble.

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