La Xunta ha enviado a los rectores gallegos el anteproyecto de Ley de Universidades, que cierra el desarrollo normativo del sistema universitario gallego desarrollado por el Ejecutivo gallego en esta legislatura.
La Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria considera este anteproyecto "un paso definitivo hacia la nueva Ley de Universidades, desarrollada tras más de 20 años de vigor de la anterior", de 1989.
El departamento de la Xunta señala en su escrito que es preciso adaptar el Sistema Universitario Gallego (SUG) al actual mapa en el que está implantando el Espacio Europeo de Educación Superior.
Cultura y Educación resalta que las universidades, tanto públicas como privadas, deberán contar con un campus integrado con las estructuras precisas para la organización y desarrollo de las enseñanzas conducentes a, como mínimo, la obtención de ocho títulos de carácter oficial y validez en todo el territorio nacional, con, al menos, cuatro grados y dos programas de doctorado, en como mínimo dos ramas de conocimiento.
También regula por primera vez las enseñanzas universitarias no presenciales y el anteproyecto tiene como uno de sus "ejes centrales" el fomento de la colaboración entre universidades.
Para ello se prevé la constitución de un consorcio interuniversitario para la gestión de servicios, que sustituirá a organismos dispersos "actualmente ineficientes", como Bugalicia, CIUG, Normalización o Gestión de Procesos.
En la futura Ley de Universidades -señala la Consellería- se fomenta la especialización de los campus, el equilibrio territorial y la transparencia y, en lo que se refiere a los organismos de supervisión, se produce la conversión en agencia autonómica la Agencia de Calidad del Sistema Universitario Gallego (ACSUG) y se otorga mayor autonomía a los consejos sociales.
El nuevo texto refundirá toda la legislación universitaria ahora dispersa, de forma que derogará cuatro leyes y actualiza todas las actividades universitarias. Según la Consellería, la ley nace "con una visión moderna, estableciendo las líneas generales de actuación para una universidad competitiva, basada en los principios de eficiencia, eficacia, descentralización, colaboración, movilidad y coordinación".
Las Universidades gallegas deberán coordinarse y caminar cara la especialización de los campus
