“Era un pillo”. El alcalde Lalín y vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, Xosé Crespo, derivó ayer en el auténtico protagonista de la presentación de la exposición ‘El primer Laxeiro', en el Sexto Edificio del Museo Provincial. “Laxeiro era un pillo, un gamberrete. Quiero decir que, por ejemplo, le gustaba hacer de las suyas en las ferias de Lalín”, explicaba Crespo frente al presidente de la Diputación, Rafael Louzán, y al director del Museo y comisario de la muestra, Carlos Valle. El regidor lalinense demostró conocer bien la vida y obra de su paisano cuando se puso a contar algunas anécdotas sobre el pintor homenajeado (“los autorretratos se explican porque era muy coqueto, un narciso”, dijo) y repasar la historia de algunos de los cuadros de la muestra.
Es la conmemoración de su centenario lo que llevó a Laxeiro a protagonizar las dos exposiciones más importantes de todas las que se celebran en Pontevedra actualmente. Una de ellas es la del Sexto Edificio del Museo, que se fija en el primer periodo de su producción; la otra es la que está en el Café Moderno, ‘Dibujando a Laxeiro', que analiza la influencia del de Lalín en artistas contemporáneos.
La muestra ‘El primer Laxeiro' recopila las obras producidas por el autor entre 1908, fecha de su nacimiento en la aldea de Romea-Botos, como José Abeledo Otero, y 1942, cuando se instala en Vigo. En total son casi 70 obras, de colecciones públicas y privadas, entre las que predominan los retratos, que van desde su etapa cubana (1921-1925) a la Guerra (1933-1942) pasando por una etapa en Lalín y Pontevedra (1925-1931) y la etapa de pensionado de la Diputación (1931-1933). Además de los retratos de Blanco Porto, Iglesias Vilarelle y Fernández del Riego, imprescindible se hace detenerse en su primer obra oficial, ‘Mi hermano Gerardo', de 1924, que abre la muestra.
