Un juez de Sevilla ha dejado hoy en libertad sin fianza a los diez empresarios imputados por las facturas falsas de UGT para justificar los fondos que recibía de la Junta, quienes han alegado que siguieron instrucciones del sindicato y creyeron actuar legalmente.
El juez de instrucción 9 tomó declaración por la mañana a cinco empresarios de Sevilla (el dueño de la empresa Chavsa, un empleado suyo, el administrador de Viajes Macarena, el propietario de Lienzo Gráfico y el dueño de una imprenta), quienes manifestaron que creyeron estar actuando legalmente y que siempre lo hicieron según las indicaciones del sindicato.
Por la tarde comparecieron un empresario detenido en Jaén, dueño de la empresa KND Caronte, y los cuatro arrestados en Madrid, responsables de las compañías Publicar y Siosa.
También en este caso afirmaron haber actuado según las indicaciones de UGT y negaron haber inflado facturas.
Los seis restantes detenidos por la Guardia Civil pasarán mañana a disposición judicial, entre ellos Federico Fresneda, exvicesecretario de Administración de UGT-A, que fue detenido en Canarias y esta tarde ha sido trasladado en avión hasta Sevilla.
Fuentes del caso han informado a los periodistas que Fresneda se ha acogido a su derecho a no declarar ante la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil pero mañana tiene intención de hacerlo ante el juez.
El fiscal anticorrupción no ha pedido ninguna medida personal ni de responsabilidad civil para los diez empresarios y el juez los ha dejado libres, acusados de delitos de falsedad y contra la hacienda pública en su modalidad de fraude de subvenciones.
A los catorce detenidos el martes en Sevilla, Madrid y Jaén durante los registros de sus respectivas empresas se han unido hoy dos personas arrestada en Agost (Alicante) como responsables de la compañía Carpetas Abadías, dedicada a la fabricación de bolsos, maletas y carteras.
El juez Juan Jesús García Vélez mantiene bajo secreto sumarial este caso que, según la Guardia Civil, consistía en un fraude en las subvenciones recibidas por UGT-A de la JUnta que se hizo "de manera sistemática año tras año" hasta perfeccionarse y convertirse en "la vía más importante para la financiación de este sindicato".
