Lo que el río Gallo se llevó

CUNTIS. Si entre la veintena de personas que participaron ayer en la jornada de limpieza del río Gallo había algún fetichista, a buen seguro que se llevaría una sorpresa mayúscula mientras retiraba residuos del manantial de Cuntis. La joya de la corona de todos los restos hallados en las orillas del río fue, sin lugar a dudas, un viejo cartel de luces de neón de la emblemática discoteca Lennon, santo y seña de la ‘marcha’ nocturna en A Estrada.

El hallazgo del viejo cartel no fue la única sorpresa que se encontraron los participantes que ayer acudieron a la llamada de la asociación ecologista Adega para limpiar las inmediaciones del manantial. Los improvisadores limpiadores encontraron una motocicleta que, como mínimo, llevaba una década abandonada a su suerte en el río. Restos de bicicletas, ladrillos y todo tipo de envases fueron otros de los ‘huéspedes’ que se encontraron los voluntarios en el Gallo. En total, los participantes estiman que se retiraron cerca de 400 kilos de basura, esparcidos en un tramo de unos 1.200 metros. Héitor Picallo, portavoz de la asociación O Fervedoiro, formó parte de la cuadrilla de limpieza. «É moita cantidade de lixo, pero en anos anteriores sacamos moitos máis residuos. Hai anos limpamos media tonelada en 500 metros aproximadamente. O río está mellor, pero aínda queda moito por limpar», explicó.

En este sentido, Picallo entiende que los políticos deberían involucrarse en este tipo de actividades. «Teñen que preocuparse máis por este tema», enfatiza. La limpieza del río Gallo se realiza una vez al año, una regularidad que, a juicio del portavoz de O Fervedoiro, es insuficiente. «Debería facerse, como mínimo, unha vez en cada estación».

(Más información en nuestra edición impresa del domingo, 2 de octubre)

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