Lo siento, me duele la cabeza

PONTEVEDRA. Cerca de un 12% de los pontevedreses padece migraña, la mayoría de ellas mujeres. "Es la causa de consulta número uno cada año en Neurología y muchas de las personas que sufren migrañas no pueden acudir a su puesto de trabajo, y, si lo hacen, funcionan a medio gas", explica Manuel Seijo, jefe del servicio de Neuroloxía del Complexo Hospitalario de Pontevedra (CHOP).

Con motivo del Día Internacional contra la Migraña, que se celebra hoy, la Sociedad Española de Neurología (SEN) recuerda que hasta un dos por ciento de los pacientes tiene dolores de cabeza más de 15 días al mes, lo que repercute en su vida personal y profesional, suponiendo un coste anual de 2.000 millones de euros.

Ante todo, los expertos señalan que existen más de 160 tipos de dolor de cabeza y algias faciales. "La migraña es una cefalea, un dolor de cabeza primario, de origen constitucional, ya que uno nace con tendencia a padecerla, y que tiene unas características muy específicas que la definen", asegura Manuel Seijo.

En este sentido, el jefe de Neuroloxía del CHOP señala que la migraña se manifiesta con un dolor intenso, crónico, episódico y recurrente. "Puede durar horas e incluso varios días. Este dolor suele discapacitar a la persona que la padece y se acompaña de otras alteraciones del estado general como náuseas, vómitos e hipersensibilidad a la luz y los ruidos". El resultado es que la persona se ve obligada a acostarse.

Las causas

El origen de la migraña es "probablemente" genético, según Seijo: "El 40% de los pacientes tiene antecedentes en sus familias, lo cual quiere decir que hay una carga genética, pero todavía están por determinar estos genes".

En esta línea, apunta que investigadores de Asturias han descubierto una sustancia elevada en la sangre, un péptido, que marca la enfermedad.

Este tipo de dolores de cabeza pueden aparacer en la infancia, aunque lo más frecuente es que se manifiesten en la segunda o tercera décadas de la vida. "Y son más frecuentes en la mujer".

"Es una enfermedad con una carga individual, por lo que se sufre, y social, por los costes que genera, ya que más de un 50% de quienes la padecen se ve obligado a meterse en cama. Solo entre un 5 y un 7% puede hacer una vida normal", recalca el doctor pontevedrés.

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