MARÍN. La Fundación Franz Weber y la asociación animalista Libera denunciaron ayer el que califican como «enésimo caso» de caballos con cepos o restricciones de movilidad en el Parque Natural Cotorredondo, en el entorno del Lago de Castiñeiras. Concretamente, se trata de un grupo de siete equinos que portaban diferentes sistemas para impedir su libre movilidad.
El hallazgo se produjo el pasado domingo, cuando un senderista encontró en la zona a los caballos con «toda clase de artefactos de tortura en sus patas. Parte de ellos tenían cepos de más de un metro de longitud y otros portaban una cadena atando una pata delantera y una trasera». Esta persona hizo la denuncia a través de la página web www.senpexas.info, puesta en marcha por Libera para este tipo de avisos.
La asociación presentará una denuncia el próximo lunes ante la Fiscalía Provincial de Medio Ambiente por este nuevo caso de torturas a caballos, al tiempo que destacó que, aunque es el primer caso que registra este año, se trata de una situación que se repite con demasiada frecuencia.
