Un vecino de la zona de O Busto, en el centro de Marín, de 73 años de edad, es el protagonista de una historia que pudo tener un final trágico pero que terminó felizmente gracias a que fue encontrado, de madrugada, tirado en el monte de As Raposeiras (entre O Inferniño y el cementerio) por dos agentes de la Policía Local. Afortunadamente, tras laboriosas tareas de rastreo en coche y a pie, los policías localizaron al anciano con bastante frío y con erosiones en diferentes partes del cuerpo pero sin que su salud corriera peligro, tal como se confirmó tras la revisión médica que pasó en el Punto de Atención Continuada de la Casa do Mar.
Los hechos ocurrieron este miércoles. El hombre, como hacía habitualmente a pesar de tener dificultades para caminar, salió a dar un paseo alrededor de las 16.00 horas. Su familia empezó a preocuparse cuando anocheció y no había regresado. Sin embargo, como el anciano es aficionado al fútbol en casa pensaron que estaría viendo el partido del Real Madrid en un bar. Las alarmas saltaron cuando, al término del encuentro, tampoco volvió a su casa. Las primeras acciones de la familia se centraron en preguntar en los bares del entorno de la calle de O Busto que suele frecuentar el hombre, pero al confirmar todos que no lo habían visto en toda la tarde la decisión fue acudir a la Comisaría para denunciar la desaparición.
Sus allegados explicaron los problemas de movilidad del hombre, que había salido de casa casi ocho horas antes, que precisaba medicación y que temían que pudiera hacerse caído en el monte y no pudiera levantarse por sus limitaciones. Además, apuntaron que suele pasear por los montes de Portocelo a Mogor y As Raposeiras.
Dos agentes de la Policía Local encontraron al hombre en una zona húmeda y fría de la ladera del monte
OPERATIVO. La Policía Nacional puso en marcha de inmediato un dispositivo de búsqueda, para el que solicitó el apoyo de los agentes de la Policía Local. Estos últimos comenzaron poco antes de la medianoche el rastreo a pie y en coche por la zona de As Raposeiras, aunque se trata de un espacio bastante amplio y poca iluminación, lo que dificultaba la tarea.
Sin embargo, alrededor de la 1.30 horas de este jueves localizaban en un camino boscoso al hombre, que había sufrido una caída. Es más, en cuanto vio las luces del coche se incorporó un poco y fue más fácil dar con él, tal como señalaron fuentes de la Policía Local.
Una vez que observaron que se encontraba bien, salvo por las erosiones, los arañazos y el frío, lo llevaron al vehículo policial y lo trasladaron directamente a la Casa do Mar, al tiempo que se comunicaba a la familia su hallazgo.
PASEANDO. El anciano explicó a los policías que estaba por la zona paseando cuando, alrededor de las 17.30 horas, se cayó en el camino en el que fue hallado ocho horas más tarde. Asimismo, ratificó las sospechas de sus familiares, ya que una vez en el suelo no fue capaz de incorporarse. Los médicos certificaron que se encontraba bien y le dieron el alta poco más tarde, momento en el que regresó a su domicilio.
Los agentes de la Policía Local, en todo caso, creen que en caso de no hallarlo a tiempo las consecuencias de pasar la noche en el lugar, húmedo y frío, podrían haber sido muy graves.
