Los despedidos del geriátrico piden a Durán que intervenga

Con los trabajadores despedidos de la Residencia Valle-Inclán como testigos, el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, ha cogido hoy el teléfono para ponerse en contacto con la secretaria de la Consellería de Traballo e Benestar. La finalidad de su gestión era solicitarle a la conselleira, Beatriz Mato, día y hora para que los recibiese. No ha sido posible porque en esos momentos se encontraba en el Parlamento, indicaron representantes de los trabajadores y un portavoz del Concello.

La reunión entre los despedidos del geriátrico y el regidor municipal ha comenzado en torno a las 12.45 horas, 45 minutos después de que los exoperarios hubiesen ocupado las escaleras situadas en la primera planta de la Casa Consistorial con la intención de encerrarse.

Gonzalo Durán no se encontraba en las instalaciones municipales porque se había desplazado hasta Santiago, y después tenía previsto viajar a Pontevedra, en ambos casos para realizar gestiones relacionadas con su cargo.

Su regreso a la Casa Consistorial propició que se celebrase una reunión que se prolongó hasta las 15.30 horas, en la que Durán trató de atender la demanda que llevó a los extrabajadores de la Residencia Valle-Inclán, una de las empresas con más personal del municipio, a encerrarse.

La actitud del alcalde, y su compromiso de seguir haciendo gestiones para que sean recibidos por Beatriz Mato en Santiago, hicieron que acordasen abandonar el Consistorio.

Un portavoz de los afectados precisó que dieron al alcalde margen de tiempo hasta mañana. Mañana tienen previsto desplazarse de nuevo hasta el Concello de Vilanova para conocer el resultado de su gestión.

Si no lograse que sean recibidos, reanudarán sus acciones de presión, entre las que la que tiene más opciones de prosperar es un encierro con carácter indefinido en la Casa Consistorial. En ese supuesto, Durán dijo que no les pondría ningún obstáculo para que utilicen el salón de plenos.

Xoán Xosé Bouzas, del sindicato CIG, recordó que ya se celebraron los juicios derivados de 30 de los 39 despidos ordenados por la dirección del geriátrico, de los que 27 fueron declarados nulos y los otros tres, improcedentes.

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