Los empresarios gallegos lamentan que se alargue el período de incertidumbre

Se abre un período de dudas ante una negociación que no se sabe cómo será ni por cuánto tiempo puede prolongarse
Imagen de una empresa conservera gallega
photo_camera Imagen de una empresa conservera gallega

"La valoración es positiva pero la incertidumbre continúa". Así lo explicaba ayer el secretario general de Anfaco (Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados), Juan Manuel Vieites, tras conocerse la suspensión de la declaración unilateral de independencia en Cataluña. Vieites siguió este martes la intervención de Puigdemont con atención, ya que el sector del pescado y las conservas en Galicia tiene un mercado muy importante en Cataluña.

De hecho, durante la huelga que tuvo lugar en Cataluña después de la votación del 1 de octubre, varios camiones que distribuían mercancía gallega en la comunidad tuvieron que quedarse en Pontevedra por seguridad. El miedo a lo que pueda ocurrir ya está causando daños en las compañías que tienen relación con Cataluña y muchos empresarios están pendientes de sus cuentas en bancos catalanes, tal y como indica Vieites.

Juan Manuel Vieites, secretario general de Anfaco: "La valoración de lo que ha pasado es positiva porque ha eviotado un mal mayor, pero la incertudimbre sigue"



Aunque la tensión se relaje con la suspensión de la declaración de independencia, los empresarios con intereses en Cataluña siguen pendientes de cómo evoluciona el conflicto y siguen temiendo una hipotética declaración de independencia. "¿Qué pasa con las empresas que tienen una delegación en Cataluña? ¿Los trabajadores catalanes cotizarán en euros? ¿Podrán seguir recibiendo fondos europeos esas empresas?". Estas son solo algunas de las preguntas que se hace el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), Jorge Cebreiros un día después de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, suspendiese ayer la declaración de independencia "durante unas semanas".

DUDAS. Pero, más allá de una hipotética independencia de la comunidad del Mediterráneo, la decisión tomada ayer por el Govern de la Generalitat también genera dudas entre los empresarios. Por eso, Cebreiros se pregunta cuánto tiempo puede durar esa negociación que sitúa a las empresas en un terreno de incertidumbre. "¿Una semana? ¿Un mes? ¿Un año?". Por lo tanto, aunque la declaración de independencia situaría a las empresas pontevedresas en un escenario peor, la decisión de ayer prolonga una situación que ha llevado a muchas empresas a sacar sus sedes sociales de Cataluña "Ese goteo va a continuar, además del miedo de la gente a tener su dinero en bancos catalanes o el boicot a productos de empresas de dicha comunidad", lamentaba ayer Cebreiros. Del mismo modo, se preguntaba cuál sería la reacción del Gobierno central ante el "chantaje" de una "autoproclamada república" para negociar tras haber violado la legalidad.

Jorge Cebreiros, presidente de CEP: "¿Cuánto tiempo va a durar este período de dudas? ¿Una semana? ¿Un mes? ¿Un año?"


"Lo peor que nos puede pasar es que haya inseguridad jurídica. El paso dado ayer ya es suficientemente grave y los empresarios apelamos a la vuelta a la normalidad y a la legalidad", explicó Cebreiros. Del mismo modo, Vieites pidió diálogo y consenso para solucionar el conflicto de forma pausada. Además, explicó que el de Puigdemont fue un primer paso positivo.

El sector de la siderometalurgia lamentaba ayer que el conflicto ya había hecho mucho daño al mundo de la empresa, desde el desplazamiento de sedes de diferentes compañías a la imagen de la marca España, que se ha visto perjudicada tras años de tensiones territoriales. "Tenemos un comercio fluido con Cataluña desde hace décadas y ahora mismo estamos en un bueno momento, con un crecimiento de la producción industrial", explicaba ayer el secretario general de Asime (Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia), Enrique Mallón, que teme que la situación acabe con esta dinámica de crecimiento. Del mismo modo, subraya que muchos de los productos que se venden a Europa y salen de Galicia pasan primero por Cataluña antes de su destino final.

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