El propietario del hotel de Poio (Pontevedra) en el que fueron realojadas provisionalmente dos familias gitanas de O Vao, urgió al Concello que abandonen las habitaciones antes de la temporada de verano. El empresario recordó al ayuntamiento que "el compromiso inicial de aceptar a estas familias era un realojo provisional", tras abandonar los pisos del barrio pontevedrés de Monte Porreiro y a la espera de una alternativa.
"En el hotel sólo iban a estar el tiempo imprescindible para que el ayuntamiento, con ayuda de la Xunta buscase una ubicación definitiva", admitió el alcalde de Poio, Luciano Sobral, quien ya trasladó este nuevo contratiempo a la Comisión de Integración, creada por Vicepresidencia de la Xunta, para abordar el conflicto creado por los realojos de las familias gitanas. El regidor explicó que "el propio hotel antes de que llegáramos a un acuerdo puso de manifiesto la posibilidad de que antes de llegar al verano, en el mes de junio, tener las habitaciones libres" El establecimiento hotelero elegido por el Ayuntamiento de Poio es un edificio de apartamentos y habitaciones simples que se encuentra muy próximo al asentamiento chabolista y que cuenta con 53 dormitorios. Sobral explicó que todavía no tienen una solución para estas familias.
Por otra parte, el Ayuntamiento de Poio derribará en la última semana de este mes de mayo la chabola pendiente en el poblado de O Vao. Ante la rotunda negativa al derribo que está mostrando la familia que reside en esta infravivienda el alcalde afirmó que la Comisión de Integración necesita "más tiempo" para encontrar una solución por lo que optó por "apurar el plazo otorgado por el juez al máximo".
En todo caso como quien está obligado a ejecutar es el concello el alcalde reiteró que cumplirá la sentencia y acometerá el derribo "en plazo". Sobral reconoció que los chabolistas que fueron expulsados de Monte Porreiro se encuentran en una "difícil situación" En todo caso, no es el único problema que Luciano Sobral ha trasladado a esta comisión creada por la Xunta ya que también puso sobre la mesa el cambio de titularidad de los inmuebles de Monte Porreiro, actualmente del Ayuntamiento de Poio, en favor de la Consellería de Vivenda. La opción planteada por el alcalde es la compra para así poder también recuperar el dinero invertido.
