Los líderes europeos recuerdan su afán diplomático e integrador

La canciller alemana, Angela Merkel, agradece al papa Benedicto XVI sus años de trabajo al frente de la Iglesia católica y le desea lo mejor tras su renuncia, una "decisión difícil" que dijo merece "el máximo respeto".

La jefa del Gobierno alemán, que recordó el "orgullo" que sintió cuando Joseph Ratzinger fue elegido Papa hace ocho años, dio en una intervención pública urgente las "gracias" a Benedicto XVI por su pontificado y le deseó "de todo corazón" lo mejor para la etapa que se abre en su vida tras la renuncia.

La canciller destacó de Benedicto XVI su "profunda cultura", que empleaba para contextualizar los asuntos que abordaba, su "vivo interés por la integración europea" y por haber impulsado activamente el "diálogo" interconfesional con "otras iglesias y religiones", como los ortodoxos y los judíos.

Además, Merkel, que es protestante, indicó que a su juicio el papa alemán es "uno de los más significativos pensadores religiosos de nuestra época".

Por su parte, el presidente francés, François Hollande, considera que "no me corresponde a mí hacer comentarios sobre esta decisión que pertenece a la Iglesia. No tengo que decir si está bien. Es una decisión que refleja una voluntad que tiene que ser respetada".

David Cameron, el primer ministro británico, recuerda a los "millones de personas" que le echarán de menos como "líder espiritual".

"Trabajó incansablemente para reforzar las relaciones del Reino Unido con la Santa Sede", indicó el jefe del Ejecutivo británico en un escueto comunicado oficial.

El primer ministro dimisionario italiano, Mario Monti, afirmó sentirse "muy turbado" por el anuncio del papa. "Me he enterado de la noticia hace algunos minutos", manifestó Monti, quien dijo además no estar en disposición de poder comentar en qué medida esta renuncia puede cambiar la relación del Estado italiano con el Vaticano.

Mediante un comunicado posterior divulgado por la Presidencia del Gobierno italiano, Monti expresó su "profundo respeto" por la decisión de Benedicto XVI, que al tiempo calificó como "grande e inesperada".

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, reconoció la labor del Papa Benedicto XVI a lo largo de su Pontificado, a la vez que destacó que "no debe haber sido fácil ser el sucesor del gran Juan Pablo II".

En una breve comparecencia ante la prensa, Sikorski subrayó que el pontificado de Benedicto XVI "coincidió con tiempos difíciles en los que los cristianos se han convertido en la religión más perseguida en el mundo".

El jefe de la Diplomacia Holandesa, Frans Timmermans, de visita hoy en Varsovia, también se sumó a la sorpresa generada por la inesperada decisión del Pontífice.

"Sólo puedo expresar mi gran respeto por el Papa Benedicto XVI, le deseo todo lo mejor. Creo que hizo todo en su mano para guiar a la Iglesia de acuerdo con su idea de ser un padre para los católicos de todo el mundo", dijo Timmermans, de confesión católica.

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