Más zonas: El sur de Galicia, el más expuesto

Los niveles de radón en las casas de Bueu triplican los recomendados por la OMS

Por la composición de su subsuelo, la comarca de O Morrazo es una de las más afectadas por el gas, relacionado con el cáncer de pulmón
Entorno de Banda do Río, uno de los barrios más populares de la villa buenense
photo_camera Entorno de Banda do Río, uno de los barrios más populares de la villa buenense

La Organización Mundial de la Salud catalogó el gas radón como cancerígeno hace 30 años. Estar expuesto a él durante largos períodos de tiempo tiene como consecuencia un aumento de las probabilidades de sufrir un cáncer de pulmón.

Galicia es la región de España en la que se han registrado mayores niveles de concentración del gas y algunas comarcas, como la de O Morrazo, presentan cifras especialmente elevadas. En clave municipal, preocupan los registros de Bueu, donde un 54% de las viviendas estudiadas presenta un nivel de 300 bequerelios por metro cúbico. Esto supone triplicar los valores que la OMS tiene como referencia, que no superan los 100 bequerelios por metro cúbico.

El Laboratorio de Radón de Galicia, dependiente de la Universidade de Santiago de Compostela, es el responsable de realizar las mediciones en los hogares gallegos. Su trabajo, que comenzó en 1992, lo ha llevado a ser una referencia internacional en este campo.

Alberto Ruano, investigador y profesor de Medicina Preventiva e Saúde Pública en la USC, además de miembro del laboratorio, explica que "toda la zona de Bueu, Cangas y Moaña tiene un subsuelo muy granítico", lo que eleva las posibilidades de que se produzcan filtraciones de radón en las casas. El componente responsable de este gas es el uranio, "que está presente de manera natural en las rocas de la corteza terrestre".

El 54% de las viviendas estudiadas en la villa presentan más de 300 bequerelios de radón por metro cúbico

El investigador, que recientemente ha publicado un artículo en el Journal of Radiologic Protection sobre la elevada presencia del gas en Galicia, incide en la importancia de crear "edificios a prueba de radón", algo que no es "ni tan difícil ni tan caro como se piensa". Para las construcciones que ya están en pie, bastaría con "aislar el subsuelo o despresurizarlo", un proceso que consiste en eliminar el gas radón. En lo que respecta a las obras futuras, "todavía es más sencillo, y estamos trabajando con arquitectos para diseñar modelos" que eviten la filtración del radón.

Ruano incide en que se han creado una serie de mitos alrededor de la eliminación de este gas y que es importante combatir: "Aireando no se limpia el aire. Para eso, los estudios demuestran que deberían estas las ventanas abiertas un mínimo de cuatro horas", algo poco habitual en los hogares gallegos en pleno diciembre.

ACCIÓN POLÍTICA. Las administraciones de otros países ya se han puesto manos a la obra para legislar este asunto. "Aquí todavía no tenemos normativa, pero me consta que el Gobierno autonómico está haciendo progresos en ese sentido".

Por su parte, la Alcaldía de Bueu emitió una resolución el pasado agosto en la que confirmaba su adhesión al programa Preveradón, una iniciativa impulsada por la Deputación de Pontevedra que tiene como objetivo aumentar las mediciones en el área provincial e impulsar la investigación sobre las posibles soluciones técnicas a las filtraciones de radón. Sin embargo, Ruano apuesta por "políticas más activas", ya que este proyecto competirá con otras propuestas medioambientales para conseguir fondos europeos, "y si no lo financian, quedamos como al principio".

"Lo más importante es que rememos todos juntos" para poder poner en marcha la regulación necesaria, insiste el profesor.

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