Los pactos llevan a Ciudadanos a presentarse como adalid de la regeneración

Los acuerdos con el PSOE en Andalucía y el casi asegurado del PP en la Comunidad de Madrid
Albert Rivera, este una rueda de prensa en la sede de Ciudadanos en Barcelona
photo_camera Albert Rivera, este una rueda de prensa en la sede de Ciudadanos en Barcelona

Ciudadanos se presenta como el gran adalid de la regeneración democrática a la hora de explicar los pactos que ha alcanzado indistintamente con el PP o el PSOE para facilitar la gobernabilidad, dando un apoyo que ha condicionado en todos los casos a hechos concretos frente a la corrupción.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, está cumpliendo lo que insistentemente repitió en la precampaña y campaña electoral, cuando decía que había venido a hacer "política con mayúsculas", sentándose a hablar incluso con los que no piensan igual pero tienen un proyecto de país y subrayando siempre su "centralidad".

Rivera no está dispuesto a hacer concesiones y antes de sellar cualquier pacto para facilitar la gobernabilidad exige la firma de un documento por la regeneración democrática, en el que se destaca que los imputados en casos de corrupción deben abandonar sus cargos públicos.

Ciudadanos echa todo el peso de su argumentación a la hora de pactar en la regeneración democrática y en su compromiso contra la lacra de la corrupción en las instituciones.

Frente a las críticas de algunos que le acusan de estar haciendo equilibrios, apoyando a unos y a otros, evitando mojarse y definir sus líneas de actuación y su ideología, Ciudadanos insiste en que quieren "acabar con la España de rojos y azules" porque "los bandos es algo antiguo" y forma parte de la "vieja política".

Por el contrario, Ciudadanos se muestra convencido de que lo importante ahora es "dar gobernabilidad a las instituciones" y facilitar que gobiernen los más votados que no han logrado la mayoría suficiente, pero eso sí, con unas condiciones que suponen "un cambio bastante radical".

Ello ha llevado a Ciudadanos a alcanzar un acuerdo con el PSOE en Andalucía y a tenerlo prácticamente cerrado con los populares en Madrid, porque en opinión de Rivera "no se puede hablar de regeneración democrática sin dar luz verde a la legislatura".

En todo momento, Ciudadanos asegura que no ha aminorado sus condiciones contra la corrupción y niega que hayan rebajado su exigencia de que para apoyar la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta renuncien a que los expresidentes de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán abandonen sus escaños.

El requisito no ha sido eliminado, sino aplazado hasta que se pronuncie el Tribunal Supremo, asegura Ciudadanos, que insiste en la necesidad de "trabajar para que las instituciones sean viables".

La estrategia de Rivera está logrando ser bisagra de Gobierno en autonomías clave, si bien habrá que esperar a ver el funcionamiento de las instituciones y comprobar que su esquema para extenderse por España antes de las próximas elecciones generales ha sido acertado.

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