Los padres de uno de los bebés intoxicados aseguran que temieron por la vida de su hijo

Los padres de uno de los bebés que resultaron intoxicados por ingestión de trankimazin --benzodiacepinas-- en 2010 afirmaron este martes en Vigo que, debido al estado en el que se encontraba su bebé el día en el que fue hospitalizado, llegaron a temer por la vida del niño, que no llegaba a un año de edad y que permaneció ingresado cinco días.

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, acoge este martes la segunda sesión del juicio contra una excuidadora de la guardería La Camelia, que está acusada de haber sedado a un total de 9 bebés que tenía a su cargo, y en la cual han prestado declaración los padres de un total de 11 niños que iban a esa guardería, 9 de los cuales resultaron afectados.

Todos los padres coincidieron en señalar que habían detectado en sus hijos síntomas como somnolencia y un ánimo alicaído en diversos días de los meses de febrero y marzo --en la época en la que la acusada trabajaba en la guardería--, si bien en algunos casos lo achacaron inicialmente a cuestiones como que les iban a salir dientes o que pudiesen estar algo acatarrados, con problemas de la garganta o de oídos.

La madre del bebé que permaneció ingresado cinco días explicó que, si bien desde el 1 de marzo que había empezado en el centro, su hijo estaba somnoliento y dormía más de lo habitual, el viernes 12 de marzo de 2010 se dio cuenta de que algo pasaba en el momento en que recogió al niño, pues "tenía los ojos entreabiertos, estaba como ido" y con una "risa rara".

Además, el padre indicó que ese mismo viernes lo llevaron a urgencias y que estando ya en el Hospital Xeral, el bebé "no reaccionaba" y "daba la impresión de que iba a morir". Finalmente, una vez que los médicos de urgencias descubrieron que lo que tenía el menor era una intoxicación por benzodiacepinas, le explicaron que su hijo "estaba fuera de peligro".

La mujer, que tras los hechos estuvo de baja --entre el 17 de marzo y el 5 de mayo de ese año--, afirmó que el médico se la dio por "ansiedad". "Estaba en un estado nervioso y yo lo que quería era estar con mi hijo y no dejárselo a nadie", apuntó, precisando que "en ese estado no podía ir a trabajar". Tras lo ocurrido, la familia decidió cambiar a su hijo de la guardería.

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