Los rescoldos en el edificio retrasan la investigación sobre las causas del fuego

La hipótesis que cobra más fuerza es que el incendio se habría originado en la parte del inmueble más próxima a la calle Michelena ►Doce vecinos fueron realojados en un hotel tras el siniestro ► Fenosa cortó el suministro de gas en tres bloques ante el riesgo de explosión
Interior del inmueble que fue pasto de las llamas
photo_camera Interior del inmueble que fue pasto de las llamas

Siete horas. Es el tiempo que los servicios de extinción de incendios de Pontevedra, O Morrazo y O Salnés necesitaron para apagar por completo las llamas que durante la madrugada del martes devoró un emblemático edificio de la zona vieja de la ciudad. Los efectos del fuego, que se dio por apagado a las 3.30 horas, dificultaron las tareas de limpieza por parte de los servicios de seguridad e impidieron a la Policía Científica y a los peritos iniciar la investigación sobre las causas del fuego.

Los especialistas no pudieron acceder al interior del inmueble, que se extiende entre la calle Michelena y los Soportais de A Ferrería, para tratar de averiguar el origen y los motivos del incendio. El motivo fueron los rescoldos que permanecieron activos durante toda la jornada del martes, tal y como se podía comprobar por el humo que salía de la construcción. Esta situación obligó a los Bomberos a realizar una intervención en la tarde, entre las 18.20 y las 19.20 horas. Su objetivo: refrescar la zona cero para evitar la posible reactivación del mismo.

La entrega de las llaves Los residentes en los edificios contiguos al afectado pudieron entrar a sus casas durante el martes

El operativo de emergencia El Concello sostiene que la actuación de los Bomberos fue «profesional, rápida e eficaz». El fuego no afectó a viviendas habitadas

La Policía Científica tratará de retomar este miércoles los trabajos para tratar de esclarecer el origen del fuego. La hipótesis que cobra más fuerza es que este podría haberse iniciado en la parte del inmueble más próxima a la calle Michelena, que fue por donde entraron los Bomberos para combatir las llamas. «O máis dificultoso foi acceder ó centro do edificio, que é o máis longo da rúa Michelena. Os avisos viñeron de alí. As primeiras lapas vense dende esta zona, pero saber o que pasou exactamente é moi difícil», explicó el martes la edil de Seguridade Cidadá y Urbanismo, Carme da Silva.

La concejala dio una rueda de prensa a primera hora de la mañana para informar de los pormenores del operativo de emergencias, que defendió de forma tajante. «A actuación dos Bombeiros foi profesional, rápida e eficaz», subrayó en respuesta a las preguntas de los periodistas sobre las críticas de vecinos, comerciantes y algunos políticos (del PSOE y Ciudadanos) que cuestionaron la rapidez de los servicios de extinción. «Entendo este tipo de manifestacións por parte dos propietarios, polas perdas materiais e afectivas. O que non podo entender é a reacción doutras persoas (políticos)», añadió.

Da Silva explicó que los Bomberos centraron sus actuaciones en Michelena para evitar que el incendio se propagase, no solo a los bloques contiguos, sino también a la hilera de edificios que estaban enfrente. «A súa contundencia evitou que se propagasen as lapas ós edificios colindantes. Había risco de que o lume se estendese por toda a mazá», dijo la responsable municipal, que reconoció que en los primeros momentos del siniestro «tiñamos na cabeza o que pasara en Lisboa» en 1988, cuando un macroincendio arrasó el corazón de la capital lusa.

LOS AFECTADOS. El operativo de emergencias, que también contó con el apoyo de la Policía Local, el Cuerpo Nacional de Policía y Protección Civil de Pontevedra y Poio y el servicio de asistencia del 061, obligó a instalar un perímetro de seguridad en el centro de la ciudad: entre Michelena y A Ferrería. El avance de las llamas obligó a desalojar a decenas de personas, de las cuales doce pasaron la noche en un hotel del centro de Pontevedra.

El Concello, que corrió con los gastos de alojamiento, se mostró agradecido por la colaboración de varios empresarios y colectivos que se ofrecieron a acoger a los afectados de forma altruista. Entre ellos, el albergue de peregrinos de Otero Pedrayo y hoteles de Poio.

«A verdade é que dá gusto porque todo o mundo estivo moi preocupado polo que sucedía. Eu tiven varias chamadas para ofrecerme prazas por se era necesario realoxar a alguén», destacó el martes el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, que aseguró haber estado en la zona cero, desmintiendo la información ofrecida minutos antes por su compañera Carme da Silva, que afirmó que el regidor no se encontraba en Pontevedra en el momento del incendio.

Los residentes en edificios contiguos pudieron entrar en sus casas a última hora de la mañana de ayer, tal y como confirmaron fuentes de la Policía Local, que explicaron que se les hizo entrega de las llaves que se les solicitaron durante el incidente por motivos de seguridad.

APUNTALAR. El Gobierno local afirmó ayer que las llamas no afectaron a ninguna vivienda habitada en la zona, en la que Fenosa cortó el suministro de gas a tres bloques de edificios en la calle Michelena (los números 10, 12 y 16) ante el riesgo de explosión. La compañía también cortó una salida del centro de transformación de la Praza da Ferrería, que afectó a 50 clientes, para evitar más riesgos.

La ciudad de Pontevedra amaneció el martes con el olor a monóxido de carbono en el área de los Soportais, lo que obligó a extremar las medidas de seguridad en este ámbito. Por el contrario, el operativo en Michelena se limitó al vallado de una parte de la calle, la que estaba frente al edificio siniestrado.

Tanto el alcalde como la edil de Seguridade Cidadá coincidieron el martes en que el incendio supone una «perda irreparable» en el patrimonio de la ciudad. «Afortunadamente non houbo ningunha desgraza persoal, que é o máis importante. Nada máis: estas cousas ocorren. O risco cero non existe», reflexionó Lores.

Su compañera de Gobierno afirmó que «é un día duro para os propietarios do edificio, pero tamén o é para o resto de Pontevedra. Cando arde o casco vello tamén arde unha parte da nosa historia», lamentó Da Silva, que insistió en que el Servizo de Extinción de Incendios funcionó de forma «coordinada». «Non houbo tardanza», añadió la edil del BNG, que aseguró que el Parque de Bombeiros «ten unha dotación de medios impresionante». De hecho, esta semana está prevista la presentación de un nuevo vehículo para reforzar este servicio.

El Concello y sus técnicos deberán revisar el estado del inmueble, cuyo interior se vino abajo como a causa del incendio, una situación que aconsejaría apuntalar lo que quede de él.

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