Los socorristas de Sanxenxo realizaron más de 40 rescates este verano

Montalvo, Foxos y Major son los arenales en los que se producen más incidencias de este tipo, la mayoría de las cuales son provocadas por los cambios de corrientes marítimas
Buena parte de los rescates se produjeron en jornadas en las que se izó la bandera amarilla
photo_camera Buena parte de los rescates se produjeron en jornadas en las que se izó la bandera amarilla

No es habitual que las playas de Sanxenxo sean escenario de incidencias de gravedad. Sin embargo, eso no significa que los socorristas que velan por la seguridad de los bañistas puedan bajar la guardia. En lo que va de verano, los responsables de este servicio tuvieron que lanzarse al agua (o echar mano de embarcaciones de rescate) en cerca de medio centenar de ocasiones. Montalvo, Foxos y Major son los arenales en los que más intervenciones se han producido (ocho, siete y cinco, respectivamente). 

El responsable del Servizo Municipal de Emerxencias, Antonio Folgada, explica que las cifras son muy similares a las de la temporada estival de 2015. "Apenas ha habido un ligero repunte", señala. Los constantes cambios de viento, que provocan fuertes corrientes marítimas, suelen ser el mayor quebradero de cabeza, ya pueden llegar a provocar que algunos bañistas tengan muchas dificultades a la hora de volver a la orilla, ya sea nadando o en un kayak o una piragua. Folgada pone como ejemplo lo sucedido durante el pasado fin de semana. Solo durante el domingo hubo que prestar ayudar a cuatro personas en Foxos. "Fueron días en los que había oleaje del oeste. Es el tipo de movimiento que, durante el invierno, provoca las alertas naranjas o, incluso, rojas", explica el coordinador del servicio de socorrismo.  

MAYOR PRECAUCIÓN. Ante este tipo de situaciones, Antonio Folgada anima a los bañistas a que extremen las precauciones, sobre todo si no está izada la bandera verde, que es la que garantiza que las aguas están del todo tranquilas. "Casi todos los rescates se realizaron en días en los que se subió la enseña amarilla. En situaciones así, lo recomendable es permanecer cerca de la orilla, en lugares en los que se pueda hacer pie. Hay gente que nada largas distancias con bandera amarilla o roja y no es consciente del peligro que eso supone", advierte el máximo responsable de Emerxencias. 

Otro dato llamativo es la cantidad de veces (doce) que fue necesario utilizar embarcaciones de rescate para auxiliar a algún bañista. "Generalmente se trata de gente que utilizan kayaks, piraguas o balsas y que, cuando empieza a soplar viento del norte, se alejan de la orilla y no son capaces de volver por sí mismos", explica Folgada.

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