Unos treinta técnicos de Adif, Renfe y de Comboios de Portugal, así como peritos judiciales revisan, desde primera hora de la mañana de este viernes, los restos del 'Tren Celta' que descarriló el pasado 9 de septiembre a pocos metros de la estación de O Porriño, con el fin de comprobar los sistemas de frenado, así como la señalización de la vía.
Entre las comprobaciones que se pretenden realizar se incluyen las pruebas de presión del sistema de frenado del tren, dado que el maquinista no redujo la marcha del convoy pese a los avisos.
En el momento del descarrilamiento el tren circulaba a 118 kilómetros por hora, pese a que la velocidad máxima permitida era de 30, debido a trabajos de mantenimiento de la vía principal.
Los técnicos también comprobarán las condiciones de seguridad de ese tramo férreo, así como la señalización que, según los datos registrados en las cajas negras –abiertas en el juzgado el pasado 13 de septiembre–, estaba en funcionamiento sin problemas.
Los restos de la máquinaria del tren, se encuentran en una plataforma, depositada frente a la estación de O Porriño, a la espera de que el juzgado autorice su traslado por carretera a dependencias de Renfe en Redondela; mientras que los otros dos vagones serán trasladados por la vía férrea.
