Los vecinos de la Illa de Ons, sin agua y con solo 10 horas de luz al día

La Illa de Ons queda prácticamente desierta durante la epoca invernal. Tanto es así que las líneas de barcos que unen la isla con el municipio buenense quedan suspendidas hasta la llegada de la primavera. Pero aunque los inquilinos huyan, a excepción de cuatro vecinos que viven en Ons a tiempo completo, las casas continúan en un terreno por el cual cada propietario debe abonar entre 1.000 y 1.200 euros en concepto de concesión.

La razón de este tributo reside en la catalogación de la Illa de Ons como un bien demanial, es decir, de dominio público. Esta característica impide que los inmuebles que están construidos en él tengan propiedad, por lo que los vecinos de la Illa tuvieron que conformarse con ser concesionarios de sus casas. "Quisimos interponer una demanda para intentar revertir esta situación, pero unos vecinos ya lo hicieron con anterioridad y perdieron. Eso creó jurisprudencia y ahora es muy difícil que nos reconozcan la propiedad", explica la presidenta de la Asociación Veciñal Illa de Ons, María Jesús Otero Acuña. No pretenden que Ons deje de ser un bien demanial, "simplemente que se separe a las casas de esa categoría", subraya la presidenta, que considera que las administraciones tienen miedo a que "en caso de que se pueda tener propiedad, esto se convierta en el nuevo Marbella". 

Las 70 casas que conforman la asociación, tras reunirse en asamblea general para definir las demandas más urgentes de cara a 2016, piden que se reduzcan las tasas, a las que hay que añadir "el precio del IBI, que puede rondar los 20 ó 30 euros", añade Acuña.

NI LUZ NI AGUA. Lo que más les sangra del elevado coste de la concesión es que "ni siquiera tenemos luz y agua en muchas de nuestras viviendas". Es una de las grandes deficiencias que los vecinos vienen denunciando desde hace años y para cuya solución se plantearon diversos proyectos que nunca llegaron a buen puerto. "Quedaron de hacer un acuífero pero de momento no se hizo nada", indica la presidenta.

En lo que respecta a la luz, los vecinos sólo cuentan con 10 horas de luz natural y piden que se estudie alguna manera en que puedan aumentar esas horas. "Sabemos que hubo un presupuesto de casi 2.000.000 de euros para hacer un cable submarino para la isla, pero todo ese dinero se destinó a otros proyectos", recuerda Acuña. El problema está en que este servicio no se puede cobrar de una forma corriente, como si fuese un terreno cualquiera, lo que obliga a buscar una alternativa que nunca llega porque "las administraciones siempre van dejando los problemas de lado".

La consecuencia de esta situación es que la Illa "se hace poco atractiva" para los que se planteen permanecer aquí más allá de los meses de verano. Acuña explica que muchas personas no se quedan porque su vida profesional se lo impide, pero "hay gente jubilada que podría venir a pasar temporadas en invierno, pero imagínate venir en enero sin luz y sin calefacción... aquí hace un frío que pela. Si puedes tener calor en tu casa pues aún aguantas, pero los tiempos de pasar frío ya pasaron".

Otra de las reivindicaciones que tiene la asociación es la puesta a punto de una serie de zonas de la isla que están en mal estado. Afecta especialmente a ciertos caminos, "muy transitados por los vecinos", y que "suponen un peligro, porque son en pendiente y tienen mucha piedrita suelta".

RESPONSABILIDADES. En la Illa de Ons, las responsabilidades se reparten entre el Concello de Bueu y el Parque Nacional das Illas Atlánticas. Acuña lamenta que "se echan balones" entre una y otra a la hora de llevar a cabo mejoras.

Esto supone una peregrinación de los vecinos en busca de la ventanilla correcta en la que presentar sus demandas, que en su caso constituyen un derecho.