Los vertidos que no cesan en Vilagarcía y Cambados

El color blanquecino es habitual en el río Pequeno a su paso por la parroquia de Oubiña. cedida
photo_camera El color blanquecino es habitual en el río Pequeno a su paso por la parroquia de Oubiña. cedida

VILAGARCÍA/CAMBADOS. Con una frecuencia que resulta irritante para los vecinos que viven en sus inmediaciones, se registran vertidos contaminantes en los cauces de dos ríos que discurren por los municipios de Vilagarcía y Cambados, O Con y Pequeno. Con la misma periodicidad que se producen las emisiones, los concellos anuncian que adoptarán medidas para atajar este problema.

Desde primera hora de la mañana, quienes pasaron por la Avenida Rodrigo de Mendoza, de Vilagarcía, pudieron contemplar la salida de un líquido de color lechoso procedente de una tubería que se encuentra a la altura del puente de la calle Santa Eulalia.

Unos metros curso arriba, y cerca de la calle Celso Emilio Ferreiro, desde otra canalización salió un vertido de color oscuro y denso, cuyo olor y densidad indican que su origen pudo haber sido algún taller situado en las inmediaciones.

Color y olor

En época de lluvia abundante, como la actual, los vertidos se detectan por el cambio de color que provocan en el agua, pero con la llegada del verano y la bajada del caudal, también originan olores que llegan a ser nauseabundos en algunos momentos.

Estos episodios se producen en un río cuyo cauce fue acondicionado a mediados de la década de los noventa, y desde entonces es habitual la presencia de los patos, además de las ratas, muchas de gran tamaño, que corretean por los márgenes de O Con.

«Por su color, podría venir de un almacén», comentó un vecino que ya está acostumbrado a estos sucesos. «Sucede todas las semanas, continuamente y a todas horas, sobre todo cuando llueve», comentó otro.

«Estoy viendo casi a diario vertidos asquerosos», aseguró una mujer que dice tener constancia de que fueron presentadas varias denuncias en el Concello de Vilagarcía por este motivo. «Es bonito cuando está limpio, pero todo sigue igual», agregó resignada.

El concelleiro de Medio Ambiente, Jesús Longa, argumentó que el personal municipal dio una respuesta inmediata al episodio registrado. El edil expuso que su causa fue la falta de capacidad de la red para discriminar las aguas fecales de las pluviales, que se pone de relieve especialmente cuando llueve con intensidad.

Longa también expuso que los problemas acabarán cuando se ejecuten las obras de saneamiento previstas por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, anunciadas hace meses por su titular, Agustín Hernández.

En Cambados, es el río Pequeno, a su paso por la parroquia de Oubiña, el que sufre los problemas. La última emisión contaminante está registrada el viernes 24, y se trata de la tercera que fue divulgada en los medios de comunicación, pero los vecinos aseguran que se producen casi a diario.

Quienes están sufriendo las consecuencias del vertido sostienen que su origen se encuentra muy cerca, en el polígono industrial de Sete Pías. Esta conclusión se basa en la observación de sus características: desprende olor a pescado y es de colores anaranjado y blanquecino.

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