Los vinos de 'O Ribeiro' recogen los mejores sabores de una tierra bañada por cuatro ríos

Uvas de la D.O Ribeiro
photo_camera Uvas de la D.O Ribeiro

Situada en la Galicia meridional, en el borde noroccidental de la provincia de Ourense, la Denominación de Origen Ribeiro se asienta sobre una superficie de 2.685 hectáreas de viñedo, situadas en la confluencia de los valles de los ríos Miño, Avia, Arnoia y Barbantiño.

Así, ocupan los concellos ourensanos de Ribadavia, Arnoia, Castrelo de Miño, Carballeda de Avia, Leiro, Cenlle, Beade, Punxín y Cortegada y parte de los de Boborás, San Amaro, Toén, Carballiño y Ourense.

Los bordes montañosos aíslan esta comarca de la influencia marítima atlántica, lo que determina su menor cantidad de lluvia respecto a otras próximas. El clima es atemperado y húmedo, con temperaturas medias de 14,5 grados centígrados. Las tierras son mayoritariamente de origen granítica y, en general, ácidas.

Los terrenos del viñedo se extienden desde los 75 hasta los 400 metros de altitud en valles y laderas a veces de acentuada pendiente.

CARACTERÍSTICAS
Los vinos de esta denominación responden a una serie de combinaciones de exquisitos aromas afrutados y florales que casi siempre resultan sorprendentes al elaborarse con variedades autóctonas tradicionales (Treixadura, Torrontés, Loureira, Caíño, Brancellao y Sousón), que poseen una acusada personalidad que los distingue. Los vinos blancos del Ribeiro son ligeros, frescos, secos, afrutados, de color de paja pálida, elevado ácido fijo y una graduación alcohólica entre 9,5 y 13 grados. Estos vinos deben consumirse preferentemente en el primero o segundo año, al no ser sometidos a procesos de envejecimiento.

Por su parte, los vinos tintos del Ribeiro son de color rojo morado y compensados de ácido, siendo la graduación comprendida entre 9,5 y 12 grados. Su consumo, igual que los blancos, deberá ser en el primero año. Entre las variedades de uva y tipos de vino, las recomendadas para los blancos son Treixadura, Torrontés, Albariño, Loureira y Godello; mientras que las blancas autorizadas son Macabeo, Albilla y Palomino. En el tocante a las uvas tintas recomendadas, son las variedades Brancellao, Caíño, Ferrón, Sousón y Mencía; mientras que las autorizadas son Garnacha y Tempranillo.

La producción media anual de la Denominación de Origen del Ribeiro es de 14 millones de kilos de uva blanca y 2 millones de uva tinta, elaborada por 115 bodegas, de las cuales 84 se acogen a la figura de bodega de cosechero (elaboran a partir de uvas de su propiedad, no pudiendo comprar uva y no excediéndose de un límite máximo de producción de 60.000 litros).

MONOVARIETALES

Los vinos monovarietales presentan una excelente estructura, con un color no muy acentuado. Al igual que los blancos, los tintos tradicionales del Ribeiro son plurivarietais, siendo el conjunto Brancellao-Caíño-Sousón el más característico, acercando el Brancellao estructura, el Caíño aromas y el Sousón color. El vino achicharrado del Ribeiro es un caldo obtenido a partir de la selección de las mejores uvas autóctonas de la D.O., sometidas a un proceso de secado y pasificación bajo cubierta.

Los achicharrados blancos se elaboran exclusivamente con uvas de las variedades Treixadura, Torrontés, Albariño, Loureira y Godello y los tostados tintos, de las variedades Caíño, Ferrón, Sousón, Brancellao y Mencía. El vino de esta denominación de origen cuenta con una feria monográfica, que sirve también de exaltación disteis caldos y que en el año 2011 consiguió la XLVIII edición.

Se celebra en el recinto ferial de la Alameda de Ribadavia. En la última cita con el Ribeiro participaron un total de ocho bodegas y 12 cosecheros. Se equipó la feria con un expositor de degustación con el fin de que el público pudiera probar un total de 29 vinos de 15 bodegas que no están presenciales en el recinto. La Feria del Viño do Ribeiro cuenta con una cata popular y otra oficial.

La Cata Popular de la Feria do Viño está pensada para el público en general y tiene como distintivo que el público es lo que cata y premia los mejores vinos segundo su criterio.
Las marcas que participan son las presentadas por las bodegas presentes en la feria y son catadas a ciegas, es decir, sin conocer el nombre del vino. El evento premia tanto a los mejores vinos como los sumilieres que demuestren sus cualidades.

En la cata oficial sólo participan los vinos presentes en la Feria y que las propias bodegas enseñan a concurso. También esta cata se realiza a ciegas, aunque por sumilieres expertos. Primero consta de una precata sobre muestras recogidas en las bodegas por una comisión que verifica la presencia de unos volúmenes mínimos y de la que se seleccionan algunos caldos y una cata final con los vinos finalistas, que se recogen anónimamente en mercado por inspectores del Consejo Regulador.

Los vinos de esta comarca disfrutan de una gran tradición, pues ya tenían la son internacional en el siglo XVI, cuando en su capital, Ribadavia, se establecieron normas para garantizar la calidad y autenticidad de los ribeiros.

Un reconocimiento especial merecen los monjes del Císter, que se asentaron en San Claudio en el municipio de Leiro, y construyeron un monasterio. Los religiosos observaron el enorme potencial del Ribeiro y se ocuparon del cuidado y estudio de las variedades autóctonas que hoy en día dan prestigio al Ribeiro fuera de las fronteras de Galicia y de España.

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