Los voluntarios han vuelto este sábado al municipio pontevedrés de Ponte Caldelas para expandir paja por las zonas más sensibles del monte quemado en los incendios del pasado día 15 de octubre. En la denominada operación mulching, iniciada la semana pasada, han continuado repartiendo siete toneladas de paja de las 30 adquiridas por el Ayuntamiento.
En esta ocasión, el trabajo se ha centrado en las proximidades de los acuíferos de Chaín, Regodobargo, Barbudo y Parada, fundamentalmente. El alcalde, Andrés Díaz, ha explicado que se está llamando a las personas inscritas en la bolsa de voluntariado. "No es posible esperar mucho más si se quiere mitigar la erosión por arrastre de las cenizas", explicó.
La Xunta ha asegurado que no tiene constancia de que las lluvias registradas en los últimos días en buena parte de la comunidad hayan provocado arrastres de cenizas de los incendios forestales a los ríos y rías gallegas.
