"Ya no me puedo meter con la gente en Twitter, lo uso menos porque me caerían muchas críticas si soy políticamente incorrecto". El periodista y escritor Manuel Jabois aseguró el lunes en el ciclo 'Conversas na Uvi' que, desde que se convirtió en uno de los referentes del periodismo en Madrid, tiene que medir mucho más sus palabras. "Soy mucho más profesional", reía ante los asistentes, que abarrotaron la planta más alta de la Casa das Campás.
El que comenzó su carrera como periodista en Diario de Pontevedra se acercó a la ciudad pese a que está ultimando su nuevo libro, colabora en 'Hoy por hoy', está una vez a la semana en 'El Larguero' y otra en La Sexta. Además, escribe en El País y en otras publicaciones. "Nunca pensé que fuera capaz de madrugar. Ahora lo que hago es quedarme trabajando hasta las seis de la mañana y voy directamente a la radio. Como no duermo, tampoco madrugo", reía. Sin embargo, a pesar de la cantidad de trabajo que acumula, el próximo domingo volverá a Galicia para ser pregonero en la Festa do Cocido de Lalín. "Hoy me convocan unos amigos muy queridos, pero es que el domingo el que me convoca es el cerdo, que se sacrificará por mí, por todos nosotros", comentó. "El cerdo es muy importante para mí desde las matanzas de cuando era niño. Mis maneras cerdianas tienen su raíz en esa relación con el porco", continuó.
El periodista explicó que su estilo mordaz le costó alguna que otra conversación con la defensora del lector de El País. Jabois se refirió en concreto a una vez en la que escribió que un diputado subió las escaleras del hemiciclo «moviendo el culo como Beyoncé» o a cuando este verano escribió una serie de relatos - «de ficción», insiste- en los que el protagonista era un director de periódico en el que algunos se vieron reflejados. «Todo el mundo conoce a alguien que podría encajar en la descripción caricaturesca de Ventín -el personaje-», explicó al público.
Belén López no dejó pasar la ocasión para preguntarle por su afición al Real Madrid y empezó la entrevista sacando a colación el himno de la décima Copa de Europa del equipo merengue, cuya letra escribió Jabois. «Me emociona mucho porque afecta a mi memoria sentimental, a mi niñez... Si se lo dicen a mi abuelo no se lo hubiese creído en la vida», contó. Del mismo modo, el de Sanxenxo bromeó sobre la marcha de Casillas a Portugal («estoy más tranquilo desde que está en Oporto») y habló de la admiración que siente por el nuevo entrenador, Zidane.
El periodismo fue uno de los ejes de la conversación entre Belén López y Manuel Jabois. La crisis, el desempleo o las diferencias entre el periodismo escrito y el audiovisual ocuparon buena parte de la charla. En este sentido, Jabois defendió que, aunque colaborase en radio y televisión, lo suyo era la prensa escrita: «a mí me interesa el periodista escritor». Además, compartió con el público su miedo a la sobreexposición en la prensa. «La gente te ve y no recuerda ni lo que dices. Sin embargo, cuando te leen, pueden decirte si están de acuerdo o no contigo, ven algo más que tu cara».
El periodista anunció que le gustaría seguir escribiendo en «el periódico más leído de España» en diez años. «Ahí es cuando comienza lo interesante, cuando el lector te conoce y tiene una cita contigo cada día», explicó. El de Sanxenxo se mostró contento por estar viviendo de cerca los cambios que se están produciendo a nivel político en España y dedicó parte del tiempo a hablar de la irrupción de Podemos. «No me creo la histeria colectiva sobre sus planes para la bolivarización de España».
Manuel Jabois no pudo evitar referirse a la noticia local del día: la prórroga de 60 años concedida a Ence por parte del Gobierno. «Los que nacimos en Pontevedra, después de tantos años, ya no sabemos diferenciar el horror de la normalidad y todos mis amigos de fuera se han quedado horrorizados al ver esa fábrica a pie de playa. Es urgente trasladarla, no cerrarla», indicó.
Y aunque no podía hablar «nada de nada» sobre su próximo libro, lanzó alguna que otra pista. Gira en torno al 11M, aunque los atentados no sean la cuestión principal. No es ficción, pero tampoco un trabajo de investigación, más bien una crónica. Llegará a las librerías en marzo.
