Marín rinde honores al que fue su primer aviador naval

Los sobrinos del José Calviño honraron su memoria, reconstruida con ayuda de una crónica de Diario de Pontevedra publicada en 1927
Entrega del ejemplar de Diario de Pontevedra de 1927 a la sobrina de Calviño que reside en su casa natal
photo_camera Entrega del ejemplar de Diario de Pontevedra de 1927 a la sobrina de Calviño que reside en su casa natal

José Eusebio Calviño Juncal fue el primer aviador naval de Marín, pero, probablemente, también de la provincia. Una calle con su nombre y una placa en la fachada de la casa en la que nació, en Mogor, hacen honor a su memoria. Los marinenses y, sobre todo, los familiares de este piloto, que falleció en un accidente de vuelo a los 27 años (1927), reforzaron este domingo estos honores con unas jornada dedicada a su historia.

El aviador Calviño fue el protagonista de un encuentro diseñado por la Asociación -Reencontro coa Historia de Marín- con la colaboración del Concello y de la Escuela Naval Militar -dentro de la celebración del 300 aniversario de la misma y de los 100 años de aviación naval- y el apoyo de Diario de Pontevedra, que fue el periódico que, en su día, promovió el primer gran homenaje póstumo al piloto.

El acto concluyó con una ofrenda floral en la que participó el consejero delegado de Diario de Pontevedra, Antonio de Cora

La jornada se inició a las 12.30 h en la Biblioteca Municipal, en donde se dieron cita las autoridades y los seis sobrinos de José Calviño. El experiodista de Diario de Pontevedra y promotor de las Xornadas-Reencontro coa Historia de Marín, Ángel Carragal, fue el encargado de ejercer de maestro de ceremonias y explicar cómo, a través de una página de un Diario de 1927, se pudo reconstruir parte de la historia del malogrado piloto. Una de las conferencias fue impartida por el teniente de navío Lucas Vázquez Alberti, que hizo un repaso a los cien años de la aviación militar en España. El teniente de navío aclaró cómo fueron los inicios del cuerpo de élite creado por Alfonso XIII en 1917, que echó a andar con tres bases aéreas, siete aviones y diez pilotos.

SEMBLANZA FAMILIAR. Su intervención fue seguida por la de otro piloto llamado José Calviño, que es el sobrino mayor del malogrado aviador y que vivió la semblanza de su tío a través de su padre, quién había ido a ver a su hermano a Barcelona precisamente, el día del fatídico accidente mortal. "¿Fue el aviador Calviño un héroe?, ¿participó en Alhucemas? Poco podemos saber", resumió el sobrino, que eso sí, reconoce que como piloto de la segunda promoción de esta especialidad participó en la campaña de África y dejó huella en las generaciones venideras de Calviño, pues varios de ellos eligieron dedicarse a la aviación militar y civil.

También tuvo unas palabras el comandante-director de la ENM, Nuñez Torrente, que se felicitó por la idea y destacó el liderazgo que tuvo España en materia de aviación naval en su historia. La alcaldesa, María Ramallo, cerró el acto institucional con un discurso en el que ensalzó la figura del piloto y la impronta que dejó en su familia.

El homenaje se completó con una ofrenda floral ante la placa en su honor, en la casa de los Calviño en Mogor. En este acto, Antonio de Cora, consejero ejecutivo de Diario de Pontevedra, entregó a la familia una copia del ejemplar de 1927 que recogió el primer homenaje al piloto, poco después del accidente. Aquel homenaje fue promovido por el cronista Ramón Míguez, siendo alcalde Ezequiel Massoni.

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