Al comenzar el año nos invade una ola de ilusión, es como un amago de un bienestar que puede que haga realidad todo aquello que deseamos que suceda. Sin embargo este año las cosas son diferentes, vamos perdiendo la ilusión y, lo que es peor, la esperanza.
El motivo está más que justificado porque los gobernantes siguen con sus ideas delirantes de mandarnos a todos al paro, con fijación en la prima de riesgo que a nosotros no nos importa nada y, con la ayuda a los bancos que fueron una parte importante en toda la crisis que se ha instalado, creo que por algunos años más.
El próximo año traerá más paro en todos los sectores, con recortes masivos en nuestros derechos fundamentales, con más injusticia social, con grandes desigualdades y desaparición de la clase media, con más subidas de impuestos directa o indirectamente, con mayores precios de la luz, del gas, del transporte, de la comida, de todo; se abaratarán los despidos, cerrarán medianas y pequeñas empresas y el nivel económico de los ciudadanos se desplomará. Ese es el plan del gobierno para el próximo año y, creo que nada más tomar las uvas habrá que apagar la luz porque subirá lo que no imaginamos.
No suelo ser una persona pesimista, en realidad no sirve para gran cosa, pero con este gobierno no hay forma de ver algo positivo. Ahora veo situaciones de pobreza que jamás conocí antes, cada día nuevos problemas nuevas situaciones de conflicto social, no hay ningún sector que no tenga motivos sobrados para protestar y, mientras nuestro gobierno preocupado por cosas que no nos sacarán de la crisis ni en veinte años.
A estas alturas todos sabemos que el Sr Rajoy ha incumplido todas las promesas electorales que le llevaron al poder, sabemos que solo eran palabras cara a la galería para confundir y alcanzar el objetivo de gobernar a toda costa, sabemos que sus medidas tan anunciadas en el parlamento y en sus mítines no existían, que eran palabras huecas.
Nosotros deberíamos de darle toneladas de carbón por reyes, deberíamos de protestar cada día por tanta incompetencia, y deberíamos de forzar su salida del gobierno, porque con el ritmo que lleva dejará de haber sanidad pública a la que está dejando morir, dejará de haber una enseñanza pública de calidad que ya está agonizando, no habrá justicia más que para quienes puedan pagarla, los salarios serán miserables y las jornadas laborales de esclavitud y, además veremos al gobierno sin intención alguna de cambiar nuestra situación.
El año que viene solo veremos más de lo mismo, de esta política sin inversiones y de una austeridad asfixiante, que nos llevará por el camino del derrotismo, de la desigualdad, de la miseria y de un empeoramiento hacia un paro jamás visto. Lo peor es que dentro de unos años estaremos sufriendo las consecuencias de este pésimo gobierno, el peor de todos si n duda alguna.
