Un año más diversas generaciones de alumnos que cursaron sus estudios en los centros de Marín disfrutaron de una jornada en compañía, organizada por la Asociación de Antiguos Alumnos de Marín, que tuvo lugar ayer en el Concello vecino de Poio. A la cita acudieron más de medio centenar, predominando sobre todo las presencia de más hombres que mujeres.
La jornada festiva comenzó poco antes del mediodía con una visita a la casa museo Colón que fue guiada por el alcalde de la villa, Luciano Sobral, y por el arquitecto Enrique Barreiro. Después asistieron a una misa en la iglesia del monasterio de Poio en la que se recordó a los compañeros y profesores fallecidos, pero especialmente se hizo un ruego por el docente José P. Rivero Valero.
Después de los actos más oficiales, la asamblea continuó con una comida de confraternidad en el restaurante de la localidad A Marisqueira de Lourido, en donde no faltó la rememorización de recuerdos y anécdotas vividas en el patio del colegio, así como, entre las cuatro paredes de una aula.
Las emociones estuvieron a flor de piel durante el discurso pronunciado por el exalumno Juanín Nogueira, así como en la entrega de la distinción de honor al profesorado, que en esta ocasión fue para Paulino Sánchez Martínez.
La jornada en sí fue muy emotiva y seguramente la gran mayoría ya espera con júbilo el próximo año para reunirse y recordar que aunque los años pasaron continúan siendo una piña.
