El presidente catalán, Artur Mas, ha indicado hoy que se ha marcado como objetivo que no haya más recortes del gasto a partir de 2014, por lo que iniciará una "batalla" para lograr más ingresos, aunque ha dejado claro que Cataluña no liderará la negociación del sistema de financiación.
En rueda de prensa después de la última reunión del Gobierno catalán antes de las vacaciones de verano, Mas ha aprovechado también para advertir al Ejecutivo central de que el cumplimiento de los objetivos de déficit en los próximos años está supeditado a que el Estado abone sus deudas a Cataluña y a que ponga a disposición de esta comunidad más ingresos a cuenta del sistema de financiación.
Si se sigue recortando, ha advertido, "se pondría en serio peligro el Estado del bienestar", ha avisado Mas que los catalanes "estamos a punto de pisar las líneas rojas" y "hemos tocado hueso", por lo que ha sentenciado que el cumplimiento del déficit pasa por obtener "más ingresos" y no por hacer "más recortes".
Según Mas, para cumplir el objetivo de que no haya recortes adicionales "hay que poner el acento en la política de ingresos, más que en la reducción del gasto", aunque esto no implica que haya nuevos incrementos de impuestos, puesto que el margen es escaso y Cataluña ya soporta una presión fiscal muy alta.
Ha admitido, en este punto, que aumentar los ingresos será "una batalla complicadísima" y requerirá "un mínimo de sensibilidad" por parte del Gobierno español.
Mas ha apuntado cuatro posibles vías para aumentar los ingresos, y la primera pasa por "recuperar los anticipos" y hacer que el Gobierno central reconsidere la disminución en 500 millones de euros del dinero que cada año se avanza a las comunidades autónomas en concepto de la liquidación de impuestos.
Como segunda vía, ha situado la mejora de ingresos que debería comportar el nuevo sistema de financiación, puesto que Cataluña aspira a "mejorarlo" y a que se le pueda empezar a pagar su rendimiento "con carácter retroactivo desde el 1 de enero".
Como tercera vía, ha situado la de que el Estado "le pague las deudas a la Generalitat", y esto incluye los 750 millones de euros en concepto de inversiones por infraestructuras previstas en la disposición adicional tercera del Estatut.
Finalmente, y como cuarta vía, el presidente catalán ha indicado que Cataluña reciba alguna compensación por algún impuesto que su gobierno ha aprobado y que no han podido aplicar, como es el de depósitos bancarios.
Sobre el nuevo sistema de financiación, Artur Mas ha recordado que "históricamente, durante 30 años, hemos llevado la bandera de la negociación de la financiación en defensa de Cataluña y de todas las Comunidades, excepto Euskadi y Navarra, y esto no nos ha llevado a tener un mejor sistema".
"Si hace falta -ha apuntado- morderemos por el dinero que nos toca, pero la negociación no recaerá encima de nuestras espaldas", entre otros motivos, ha recalcado, porque después del pacto "nadie te lo agradece y solo te llegan críticas" desde el resto de Comunidades.
