Mas se reafirma en la convocatoria del 9N en plena resaca de la Diada

El presidente catalán, Artur Mas, se ha reafirmado esta mañana, en plena resaca de la Diada celebrada el jueves, en su compromiso de convocar la consulta soberanista el 9 de noviembre, aunque ha remarcado que debe celebrase con todas las "garantías democráticas" para que el resultado no sea cuestionado internacionalmente y se "entienda en todas partes".

Mas, en una entrevista con Rac 1, se ha pronunciado en estos términos después de la multitudinaria movilización de ayer en la Vía Catalana con motivo de la Diada y a favor de la consulta, que puso en evidencia, a su juicio, la "unidad y el consenso" en el proceso soberanista, ante lo que ha dicho: "recojo el guante" para mantener la unión.

El presidente catalán ha reiterado su intención de sacar las urnas el 9 de noviembre, pero ha avisado de que la consulta debe celebrarse con todas las "garantías democráticas" y, a modo de ejemplo, ha explicado que estas garantías implican que participen tanto los "del sí como los del no". "Si no hacemos bien la consulta, será como un búmeran que caerá sobre nosotros", ha alertado el presidente de la Generalitat.

Mas ha apelado de nuevo al consenso, y ha asegurado que "hará todo lo posible" para que "no se resquebraje la unidad" e incluso ampliarla.

El presidente catalán ha insistido en que después de la multitudinaria movilización de ayer durante la Diada debería haber "algún tipo de reacción" por parte del Gobierno, y ha lamentado que hasta ahora la estrategia del Estado haya sido la del "cartel del 'no' a todo".

Hacia el diálogo también apuntó el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien apela directamente a la voluntad y liderazgo de Rajoy y Mas para que tiendan puentes y busquen la solución política a un problema de Estado en Cataluña.

En una entrevista en RNE, Sánchez ha recalcado que "estamos a las puertas de una crisis de Estado", que hay que solucionar y que los votantes esperan de sus presidentes "liderazgo político" para resolverlo.

Sánchez cree que ese es el mensaje que la ciudadanía catalana quiso trasladar ayer en la celebración de la Diada, una movilización que -ha dicho- hay que mirar con respeto. "Lejos del silencio de Rajoy, que no sé exactamente dónde está como presidente del Gobierno en esta crisis, y lejos del independentismo y las soflamas independentistas del presidente de la Generalitat se tiene que abrir un espacio de centralidad en la política catalana", ha afirmado.

En este sentido, ha recalcado que "no podemos continuar así", tras insistir en que Rajoy y Mas deben sentarse y afrontar un proceso de renovación constitucional, como el que proponen los socialistas.

Los máximos dirigentes del PPC y Ciutadans, Alicia Sánchez-Camacho y Albert Rivera, por su parte, han cargado hoy contra el presidente catalán, Artur Mas, por su papel en el proceso soberanista, y han advertido de la "frustración" que éste generará en Cataluña cuando el 9N no se celebre la consulta soberanista.

Sánchez-Camacho ha afirmado, en declaraciones también a Rac1, que tras la manifestación de ayer con motivo de la Diada "el independentismo está de bajada porque no se hará el referéndum del 9 de noviembre y generará una gran frustración colectiva cuando esto pase".

"Las cifras no nos desmienten. Está absolutamente en descenso porque desde que comenzó hace dos años no se ha cubierto, ni mucho menos, el millón y medio de aquel momento", ha señalado comparando la manifestación de ayer con la de hace un año.

La líder del PPC cree que Mas "sí convocará la consulta, y aquí cumplirá la palabra", pero "quiero que Mas diga la verdad a todo el mundo -ha añadido- porque no pondrá las urnas y no se puede saltar la ley cuando no nos gusta "

Por su parte, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, que ayer tuvo que ser escoltado para salir del centro de Barcelona en medio de una marea de insultos, ha apuntado que se acaba la carrera política de Mas, porque el referéndum fracasará y por un caso de corrupción que salpica al partido que ha gobernado en Cataluña durante casi 30 años", ha dicho en alusión al caso Pujol. "Lo que no se puede hacer es saltarse las leyes cuando no nos gustan, si no en lugar de tener un país, tendríamos una selva", ha señalado.

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