Matías Piñeiro: "El cine es como el surf: busca un equilibrio entre técnica y naturaleza"

Con menos de 40 años, Matías Piñeiro ha filmado seis películas y se ha convertido en un referente del cine argentino independiente. El Festival Internacional Novos Cinemas le rinde homenaje con una retrospectiva. "El cine para mí es un reencuentro con gente que amo".
El realizador argentino Matías Piñeiro
photo_camera El realizador argentino Matías Piñeiro

Los personajes femeninos de las obras de William Shakespeare sedujeron a Matías Piñeiro (Buenos Aires, 1982) hasta el punto de llevarlos a protagonizar toda una serie de películas, que viene realizando con prácticamente el mismo equipo desde hace una década. El Festival Internacional de Pontevedra Novos Cinemas eligió el último trabajo del realizador, Hermia & Helena, para abrir su programación el 27 de junio. Además, Piñeiro, que estuvo becado en el Instituto Radcliffe de la Universidad de Harvard y actualmente enseña dirección en el Pratt Institute en Brooklyn, protagoniza la retrospectiva del festival e imparte el seminario 36 lecciones de cine. Es el invitado de honor de este año.

Le han elegido en la segunda edición del festival de Pontevedra para homenajearle.
La verdad es que es un gran gusto. Es muy lindo poder mostrar las películas todas juntas y que se presenten como una especie de bloque de creación. Llevo más de diez años trabajando con un grupo de personas y es muy lindo poder tener pantalla para poder mostrar todo el trabajo realizado. La verdad es que estoy muy agradecido y muy contento.

Nunca había estado en Pontevedra, pero sí en Galicia. Lo dijo en la inauguración del festival: "Mi apellido me delata".
Es así. He venido muchas veces a Galicia. He estado en A Coruña, en Ourense... Y después está mi familia. Mi madre nació en Chantada [Lugo]. Yo crecí en Buenos Aires rodeado de gallegos. Jugaba a la brisca cuando era niño, en vez de al truco, que es a lo que se juega en Argentina. Pero me pasa esto tan particular, siempre que tengo que venir a España, tiendo a venir a Galicia.


Galicia
"Mi madre nació en Chantada. Yo crecí en Buenos Aires rodeado de gallegos. Jugaba a la brisca en vez de al truco"


No muchos autores pueden protagonizar una retrospectiva con menos de 40 años. ¿Usted siempre tuvo claro que quería hacer cine?
Sí, desde joven supe que quería dirigir películas o escribir sobre cine o hacer algo relacionado con el medio. Cuando tenía 17 años, al acabar Secundaria, tenía claro que quería estudiar cine. Coincidió además con una especie de boom de escuelas de cine. Ahí encontré gente, una manera de producir alternativa, que me llevó a descubrir que, hoy en día, una persona relativamente joven puede filmar. Por el lado de lo amateur se puede ir armando una película detrás de otra.

Que ha sido su caso: ha desarrollado toda una trayectoria en el cine independiente argentino arropado por prácticamente el mismo equipo.
Sí, es así. Con el tiempo, uno se va dando cuenta de la gente con la que se lleva bien, la gente a la que le gusta fotografiar, gente con la que empieza a manejarse con un código común... Todo se resume en una idea de filmar que nos estimula y nos mueve para adelante. He pensado alguna vez que, en la escuela de cine, más que aprender las materias y aprobar, se trataba de encontrar a unos cómplices. Hay algo de esto en el mundo del cine, que va más allá de las tapas y las copas que uno se toma. Están los encuentros, los diálogos, el compartir ideas sobre hacer un cine particular y alternativo. Encontrar a esta gente, crear estos vínculos, es muy estimulante.

¿De dónde surge esta idea suya de rodar películas rescatando los personajes femeninos de William Shakespeare?
Pues de las actrices mismas. Del teatro independiente argentino, que es muy fuerte y que ha dado más de una lección al cine de mi país: nuevas caras y nuevas formas de hacer, para empezar. De repente, Shakespeare no es tan raro. Me pareció que circulaba, que formaba parte del paisaje. Leí las comedias y me pareció encontrar similitudes entre las actrices con las que suelo trabajar y esos roles femeninos.


Cine
"La primera lección que hay que aprender es que hay que saber adaptarse a lo que el mundo nos da"


Uno de los títulos de esta serie de Las Shakespeareadas la está codirigiendo con Lois Patiño.
Sí, así es. Aquí mismo, en Pontevedra, me acabo de encontrar con él para seguir hablando del proyecto. Vamos a trabajar con La tempestad, sobre todo con el personaje de Ariel, que está muy conectado con la naturaleza. Así que se une mi interés por Shakespeare y el de Lois por el paisaje. Esperamos poder filmar el año que viene.

¿Se plantea qué va a hacer cuando termine con este proyecto sobre Shakespeare?
No, no tanto. De vez en cuando surge alguna idea. Hay una novela corta de Henry James que creo que podría trasladar a un contexto contemporáneo, de una forma más fiel, casi página a página. Pero no me preocupa mucho.

Está impartiendo un seminario en Pontevedra, 36 lecciones de cine. ¿Cuál es la primera?
La primera es que hay que saber adaptarse a lo que el mundo nos da. El cine se parece un poco al surf; tienen una técnica y una tecnología, ya sea una tabla y un traje de neopreno o una cámara y un micrófono. Después está también la naturaleza: la ola, el viento, las corrientes. Y lo que hay que hacer es buscar un equilibrio entre la técnica y la naturaleza. Uno tiene que aprender a manejar eso.

En su seminario habla de un montón de directores, de Jacques Rivette a Orson Welles. ¿Cuál ha realizado su ópera prima favorita?
Hay dos películas argentinas que me gustan mucho: Rapado, de Martín Rejtman, e Invasión, de Hugo Santiago. Son dos cineastas que admiro mucho.

¿Qué es el cine para usted?
Es la oportunidad de juntarme con un grupo de personas que admiro y que amo para poder generar juntos un documento de ese encuentro, un documento que es una ficción, pero que queda impreso y refleja ese momento.

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