MARÍN. Mauritania se mantiene en sus trece: no readmite a la flota cefalopodera en su caladero y excluye a los barcos europeos de la campaña experimental ‘sine die’ que se hará en sus aguas. Este es el resultado de la Comisión Mixta entre la Unión Europea y Mauritania mantenida en el país africano los días 17 y 18, que arroja un claro balance negativo para las esperanzas de la flota gallega del pulpo.
Los marineros del sector mantuvieron hoy una asamblea para evaluar la situación y el desánimo y el pesimismo eran patentes. La Comisión Mixta les ha defraudado. Los cefalopoderos vuelven como fueron, con las manos vacías, y sus esperanzas están puestas ahora en la votación del Pleno europeo del próximo 9 de octubre, en el que la Eurocámara deberá ratificar su apoyo o rechazo al convenio pesquero. Sin embargo, el sector del pulpo podría tener al enemigo en casa, ya que las mejoras obtenidas en la negociación para otros sectores, como el marisquero y el del palangre, podrían provocar que el Gobierno español decidiese no seguir promoviendo el rechazo al acuerdo en el Parlamento Europeo, sacrificando a los barcos del pulpo en beneficio de las mejoras conseguidas para otras flotas. La Confederación Española de Pesca (Cepesca) ha afirmado incluso que valorará internamente si aceptar finalmente el acuerdo a pesar de que excluya al pulpo.
El secretario general de Pesca del Gobierno español, Carlos Domínguez, dijo en Marín el pasado día 13 que acudiría a este encuentro en la ciudad mauritana de Nuakchot para buscar mejoras en el acuerdo para el conjunto de la flota española. Y así ha sido, pero solo para los marisqueros andaluces. Éstos han logrado que se les rebaje el canon a pagar por cada licencia, que se mejore su zona de pesca y que se amplíe el volumen de capturas accesorias permitidas. Los cefalopoderos son los únicos que salen perdiendo.
