"Me localizaron porque los ladrones no borraron la base de datos del ordenador"

Varios de los objetos recuperados por los agentes de la Guardia Civil. D.P.
photo_camera Varios de los objetos recuperados por los agentes de la Guardia Civil. D.P.

La Guardia Civil detuvo ayer en Sanxenxo a tres personas que resultaron estar implicadas en un robo registrado el pasado mes de abril en una casa de Vilaboa, de la que se llevaron un botín valorado en entre 30.000 y 40.000 euros.

Los detenidos, de origen rumano, fueron arrestados con parte de los objetos que habían sustraído de la vivienda, entre los que se encuentran un ordenador, varios relojes y pulseras de oro con diamantes. Según indicó una de las propietarias de la casa, Montse Martínez, «aunque falta mucho de lo que se llevaron, lo cierto es que me doy con un canto en los dientes. Algunas de las cosas que recuperaron los agentes son de gran valor».

La dueña de la vivienda señaló que «los agentes me llamaron por la mañana para que fuera a las dependencias de la Guardia Civil a identificar los objetos. Me localizaron porque los ladrones no borraron la base de datos del ordenador, por lo que en cuanto lo registraron fue muy fácil descubrir al propietario».

Montse Martínez agradeció la labor de la Guardia Civil para capturar a los delincuentes, que al parecer tenían intención de abandonar el país, tras interponer una denuncia el pasado 18 de abril.

SOSPECHA

La Guardia Civil investigaba desde el pasado mes de abril el hurto que se produjo en una vivienda situada en la entrada de la carretera N-554, a pocos metros del cruce con la N-550. Tal y como relata Martínez, los ladrones aprovecharon que la casa estaba vacía para llevarse gran parte de los objetos de valor que los propietarios poseían. «Hubo muchos daños materiales, nos rompieron dos ventanas y arrancaron varias puertas. Nos dimos cuenta inmediatamente y tuvimos que hacer un listado con lo que nos faltaba», comenta la afectada.

El día que se produjo el robo, los propietarios estaban de vacaciones en el País Vasco. Montse cuenta que el Domingo de Ramos, días antes de que tuviera lugar el hurto, había visto salir a un sospechoso del camino que lleva a una casa deshabitada. «Creemos que se instalaron en la vivienda para tenernos controlados y aprovecharon la oportunidad en cuanto nos fuimos».

Comentarios