La Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio analizará este martes la posibilidad de declarar el estado de alerta en la cuenca del Lérez, en vista del imparable descenso en el caudal que se viene registrando en las últimas mediciones. La medida, que ya entró en vigor hace una semana en otras seis cuencas del Sur de Galicia, traerá consigo restricciones de agua y limitaciones en los grandes sistemas de abastecimiento, priorizando el consumo doméstico y vigilando con lupa las captaciones de uso empresarial, no solo en Pontevedra, sino en el resto de municipios de la citada cuenca.
Será Augas de Galicia, a través de la Oficina Técnica de Seca, la que tome la decisión acerca de la declaración de alerta. Su director, Roberto Rodríguez, destacó que "o obxectivo da declaración de alerta é garantir o abastecemento á poboación e minimizar os efectos negativos sobre o medio natural, establecendo medidas, de ser o caso, que protexan a flora e a fauna fluvial".
Rodríguez indicó que "entre as medidas derivadas da fase de alerta está a intensificación dos controis, que pasarán a ser semanais, incrementar a coordinación entre as distintas administracións implicadas (consellerías, Fegamp e Confederacións Hidrográficas) e establecer contactos continuos cos concellos afectados aos efectos de seguir e avaliar as medidas adoptadas, dado que son as administracións locais as que teñen as competencias en materia de abastecemento, polo que desde a Xunta estarase a disposición de asesorar e apoiar tecnicamente no que precisen".
El director del organismo dependiente de la Xunta explicó que uno de los motivos principales para declarar la situación de alerta tiene que ver con la reducción del caudal del río a menos de la mitad.
La actual situación del Lérez, con un 400 por ciento menos de agua que la que suele presentar por estas fechas, lleva a pensar que tras la reunión de este martes, el río que abastece a la Boa Vila y a su entorno pasará a vigilarse con lupa.
La declaración de alerta de la cuenca del Lérez no solo afectaría a los concellos de Pontevedra, Poio, Vilaboa, Marín y Ponte Caldelas, sino también a los que atraviesa el río hasta su desembocadura: Campo Lameiro, Forcarei y Cerdedo-Cotobade. En todos ellos se tomarán medidas, que serán mayores si se alcanza la situación de emergencia.
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