Muere el joven de 19 años que fue atropellado por el Transcantábrico en Foz

Annes Monteiro da Costa, vecino de Burela, se quedó dormido tumbado con las piernas sobre la vía
Annes Monteiro
photo_camera Annes Monteiro

El joven que permanecía ingresado "en estado grave" en la Uci del Hospital da Costa tras ser arrollado por un tren el domingo en Foz ha fallecido este lunes.

El tren de lujo Transcantábrico arrolló al joven, de origen caboverdiano, que dormía en el apeadero de Marzán, en Foz, donde estaba tumbado y con las piernas suspendidas sobre la vía, situada más abajo. El convoy lo arrastró sobre la plataforma y a consecuencia del golpe sufrió fracturas abiertas en los tobillos, además de un traumatismo en la cabeza y rasponazos. Se trata de Annes Monteiro da Costa, un chico de 19 años vecino de Burela, que había perdido el Feve que cogieron de vuelta a casa sus amigos tras estar en una fiesta en el municipio focense y se quedó en el apeadero.

El trágico accidente se produjo instantes antes de las nueve y veinte de la mañana. A esa hora, según explican desde Adif, "el tren que iba de Viveiro a Ribadeo detiene la marcha por el arrollamiento a una persona en el apeadero de Marzán, que es evacuada a las diez menos cuarto". Añaden que a las diez el tren tiene permiso para continuar la marcha y se restablece la circulación.

La persona que alerta al 112 –presumiblemente el conductor del tren– describe que el joven "no momento de producirse o accidente, atopábase durmindo e coas pernas de cara á vía". El Transcantábrico detuvo la marcha de inmediato, pero ya había arrastrado por su lateral al chico, que no llegó a caerse a la vía, sino que quedó tendido en el suelo del apeadero. Allí lo atendieron con urgencia los sanitarios de la ambulancia medicalizada, que en pocos minutos lo trasladaron al Hospital da Costa con pronóstico muy grave.

Al lugar acudieron además la Guardia Civil, los bomberos de Barreiros y GES de Cervo, Policía Local y Protección Civil de Foz. Fuentes de los servicios de emergencias apuntaron que el joven llevaba heridas abiertas en los tobillos causadas por el impacto con el tren, pero también un golpe en la cabeza y marcas en la cara y las manos.

AMIGOS. "Foi un golpe bastante grande", comentaba este domingo Angélica Gómez, concejala de igualdad de Burela, también de origen caboverdiano, y hermana de uno de los amigos del accidentado, con el que había estado en la fiesta de O Bispo Santo en la noche del sábado al domingo. "Estaba co meu irmán uns minutos antes. Quedou coa imaxe del índose", relata Gómez.

El grupo de amigos había ido a la fiesta y el plan era regresar a Burela en el Feve, que cogían en el apeadero de Marzán a las siete y cuarto. "Os tres amigos baixaron un pouco antes e el quedou na festa co meu irmán, dixéronlle que ía perder o tren, e cando baixou, o tren xa pasara e os amigos xa o colleran", cuenta Angélica, por lo que se supone que el chico optó por quedarse en el apeadero a la espera del siguiente.

Comentarios