Mujeres deportistas se quejan de la desigualdad con el deporte masculino

Mujeres deportistas o relacionadas con el mundo del deporte han denunciado la desigualdad existente entre el deporte masculino y el femenino, tanto en ayudas y oportunidades, como en su difusión en los medios y, sobre todo, en su reconocimiento exterior.

Así se desprende de la publicación<i>Siempre adelante</i>. Mujeres deportistas 2010", editado por el Instituto de la Mujer, en colaboración con el Consejo Superior de Deportes y el Comité Olímpico Español.

En ella, se muestra como la práctica deportiva y la presencia de las mujeres en el deporte de la alta competición, ha ido aumentando con el tiempo, hasta el punto de que las 122 deportistas que participaron en los Juegos Olímpicos de Pekín, supusieron un 42,30 por ciento del total.

"Siempre adelante. Mujeres deportistas 2010" es un reflejo de la exposición de igual nombre, que muestra a mujeres deportistas olímpicas, paralímpicas, de deportes minoritarios o, incluso, deportes que no contemplan competición, así como juezas deportivas y presidentas de comisiones y federaciones.

La publicación incluye una serie de entrevistas a un gran número de mujeres del ámbito del deporte, como la alpinista Edurne Pasabán, la baloncestista Amaya Valdemoro, la marchadora María Vasco o la árbitra de fútbol, Marisa Vila.

A través de estas entrevistas, las mujeres hablan de su trabajo, ilusiones, motivaciones o experiencias, dentro de un mundo del que consideran que la desigualdad entre mujeres y hombres supone una barrera en el logro de sus aspiraciones.

Casi todas las entrevistadas coinciden en la necesidad de tener mucha constancia, ilusión para llegar a lo más alto y ven en el deporte una forma de vida y de estar en el mundo.

En cuando a sus motivaciones, destacan principalmente la búsqueda de buenas sensaciones, de experiencias nuevas, de aprendizaje y de superación personal.

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