Los propietarios y empresarios del parque empresarial de Nantes están hoy de enhorabuena. La Consellería de Política Territorial, Obras Públicas e Transportes abre por fin al tráfico el conflictivo enlace con la Autovía do Salnés, una obra que enfrentó durante varios meses a la alcaldesa, Catalina González, con la conselleira María José Caride por la financiación.
Finalmente, las dos instituciones llegaron a un acuerdo que plasmaron el pasado mes de octubre con la firma de un convenio, después de numerosos dimes y diretes. La titular del área autonómica no acudirá a la inauguración, prevista para las 12.00 horas. A las 13.00 los coches ya podrán estrenar el entronque.
De todos modos, el apretón de manos entre las dos políticas ya tuvo lugar hace tres meses durante la rúbrica del convenio en territorio autonómico, en la delegación de Pontevedra. En representación de Caride, asistirá la delegada provincial de la Consellería en Pontevedra, Isabel Domínguez. También estará el presidente de la Junta de Compensación del parque empresarial, Manuel Barbeito, y la alcaldesa, Catalina González, entre otras personalidades.
El enlace se abrirá de forma parcial, ya que todavía están pendientes de concluir las obras que lo conectarán con la zona de O Pedroño, el margen izquierdo de la Autovía do Salnés en sentido Curro-Sanxenxo. La Xunta, de momento, no ha llegado a un acuerdo con los propietarios del terreno para llevar a cabo las expropiaciones, aunque las obras ya han comenzado en esta parte.
Las obras continuarán durante un par de meses en los otros dos ramales del enlace, según informó la Consellería, que señaló que la apertura parcial facilitará los movimientos de los vehículos hacia el parque empresarial, así como la comunicación de la autovía con el resto de la comarca, a través de los lugares de Altamira y Xuncabranca en la parroquia de Vilalonga.
El enlace, cuyo coste asciende a 3,5 millones de euros, está financiado por Política Territorial, el Ayuntamiento y la Junta de Compensación del polígono. Mientras las dos primeras administraciones destinaron 1,5 millones a esta iniciativa, la segunda entidad invirtió un millón.
El conflicto institucional se desencadenó en noviembre de 2007, cuando la Xunta anunció que no pagaría el enlace. La alcaldesa del PP no se quedó quieta. Amenazó con paralizar las obras de desdoblamiento de la Vía do Salnés a su paso por Sanxenxo y lo cumplió. Como si de una verdadera batalla se tratara, mandó a los agentes de la Policía Local a que vigilaran que las máquinas que estaban trabajando para la Administración autonómica no pisaran ni un milímetro de los 23.000 metros cuadrados que el Concello había cedido a la Xunta para poder convertir la carretera en autovía. Los agentes municipales llegaron incluso a identificar a los trabajadores. Finalmente, todo se solucionó.
