Naturaleza, el arma contra el efecto invernadero

Los impactos en la tierra causan un cuarto de las emisiones de gases dañinos, por lo que una mejor gestión tendría un papel importante
Un ave marina vuela sobre el humedal de la Bahía de Panamá
photo_camera Un ave marina vuela sobre el humedal de la Bahía de Panamá

Una mejor gestión de la tierra podría tener un papel más importante en la lucha contra el cambio climático de lo que se pensaba anteriormente, según una evaluación exhaustiva sobre cómo las emisiones de gases de efecto invernadero pueden reducirse y almacenarse en bosques, tierras de cultivo, pastizales y humedales utilizando soluciones climáticas naturales.

El estudio revisado por pares, dirigido por científicos de The Nature Conservancy y otras 15 instituciones, y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, amplió y refinó el alcance de soluciones climáticas basadas en la tierra previamente evaluadas por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas.

Se espera que los hallazgos fomenten los esfuerzos para garantizar que se logren las prácticas de protección, restauración y mejora de la gestión de la tierra a gran escala necesarias para estabilizar el cambio climático al tiempo que se satisface la demanda de alimentos y fibra de la tierra a nivel global.

Teniendo en cuenta las limitaciones de los costes, los investigadores calcularon que las soluciones climáticas naturales podrían reducir las emisiones en 11.300 millones de toneladas por año para 2030, lo que equivale a detener la quema de petróleo y el 37 por ciento de las reducciones de emisiones necesarias para mantener el calentamiento global por debajo de dos grados centígrados para 2030.

Sin restricciones de costes, las soluciones climáticas naturales podrían generar reducciones de emisiones de 23.800 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente por año, cerca de un tercio (30 por ciento) más que las estimaciones anteriores.

El consejero delegado de The Nature Conservancy, Mark Tercek, afirma que en la actualidad, los impactos en la tierra causan un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero.

"La forma en que gestionamos las tierras en el futuro podría brindar el 37 por ciento de la solución al cambio climático -explica-. Si tomamos en serio el cambio climático, tendremos que tomar en serio la inversión en la naturaleza, así como en la energía limpia y el transporte limpio. Vamos a tener que aumentar la producción de alimentos y madera para satisfacer la demanda de un crecimiento de población, pero sabemos que debemos hacerlo de una manera que aborde el cambio climático".

La coordinadora de la Misión 2020, Christiana Figueres, y exjefa de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC, por sus siglas en inglés), añade que el uso de la tierra es un sector "clave" en el que se puede reducir las emisiones y absorber carbono de la atmósfera. "Este nuevo estudio nos muestra cómo podemos aumentar de manera masiva las acciones sobre el uso de la tierra, junto con una mayor acción en materia de energía, transporte, finanzas, industria e infraestructura, para poner las emisiones en su trayectoria descendente en 2020", agrega.

A su juicio, las soluciones climáticas naturales son “vitales” para garantizar que se alcance el objetivo final de descarbonización completa.

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