Nicolas Roche homenajea a su padre, el gran Stephen, en el Monte da Groba

Nicolas Roche (Saxo Tinkoff), hijo del mítico Stephen, ganador en 1987 del Tour, Giro y Mundial, aportó a la familia la primera victoria en la Vuelta a España, en el estreno de los finales en alto, de donde el italiano Vincenzo Nibali (Astana) salió con "la roja" de líder.

Roche, de 29 años, irlandés de nacimiento y francés de formación ciclista, logró la victoria en el inédito Monte da Groba con un demarraje final que le permitió batir por 2 y 6 segundos al español Dani Moreno (Katusha) y al italiano Domenico Pozzovivo (Ag2r).

Los tres corredores, junto al checo Leopold Konig, líder del Netapp, aprovecharon la pasividad de los favoritos para disputarse la etapa. A 12 segundos del ganador llegó un grupo con Alejandro Valverde (Movistar) y "Purito" Rodríguez (Katusha) y dos después el de Nibali, el nuevo jefe de la Vuelta tras el hundimiento en combate de su compañero Janez Brajkovic.

No hubo la batalla esperada entre los máximos favoritos en la jornada que unió Pontevedra y el Monte da Groba a través de 177 kilómetros, la que estrenaba la primera de las doce llegadas en alto de la presente edición, sin embargo cayeron dos piezas de referencia: Samuel Sánchez (Euskaltel) y el colombiano Sergio Henao (Sky), ambos K.O en el primer asalto. Cedieron 2.41 minutos.

Nibali ya luce la roja. Una responsabilidad temprana, pero no hubo más remedio. El esloveno Brajkovic tuvo plomo en las piernas y llegó tarde, así que el siciliano se cosió los galones de jefe. Le siguen en la general Roche, a 8 segundos y Haimar Zubeldia (Radioshack) a 10. Valverde y Purito ahorraron dos segundos, pero siguen al "tiburón" italiano a 27 y 57 segundos respectivamente.

La Vuelta de los muros no da respiro. Del mar a la montaña en 24 horas, sin esperar. El inédito Monte da Groba, en Baiona, un impresionante mirador de las Rías Baixas y delicia para los habilidosos de la pintura de brocha fina, ofreció sus once kilómetros de pendiente a los favoritos para que empezaran a saldar las deudas de la cronometrada por equipos.

Antes de la cita, que luego no fue para tanto, ni mucho menos, Henderson (Lotto-Belisol), Aramendia (Caja Rural-RGA) y Rasmussen (Garmin-Sharp) se encargaron de abrir la carrera. Contra viento y marea, abundantes en la excursión costera junto al Atlántico, el trío se rebeló todo lo que pudo, mientras aguantaron las fuerzas.

Juntos pasaron el primer puerto de la Vuelta, el Alto de San Cosme (3a, km 62), con una ventaja superior a los 11 minutos. Astana no iba desesperado por defender el liderato y nadie se animaba a imponer un ritmo de caza. Había espacio y tiempo.

En Ponteareas, localidad de historia ciclista que cuenta con tres ganadores de la Vuelta a España: Delio Rodríguez, Emilio Rodríguez y Álvaro Pino, los escapados alcanzaban una máxima renta de 13 minutos.

Pero la etapa estaba marcada para el postre del recorrido. Las diferencias empezaron a caer cuando Astana, Lampre y Vacansoleil apretaron el acelerador y la aventura se disolvió a 9 de meta cuando entró en escena el Movistar de Valverde. Primero José Herrada y luego el polaco Szymyd condujeron un pelotón dividido.

Llegó la primera criba de favoritos, pues Samuel Sánchez y Sergio Henao (Sky) se descolgaron de inmediato. Estrategia de la escuadra telefónica en el ascenso de 11 kilómetros al 5,6 de pendiente media y rampas del 10 por ciento.

Pasaban los kilómetros y nadie se movía. Los grandes se miraban, nadie arrancaba. Habían firmado tablas. Pero los subalternos tenían algo que decir. Un checo del Netapp, Leopold Konig atacó a un kilómetro de meta y se le pegaron Dani Moreno, Roche y Pozzovivo.

Roche sacó su carta ganadora tras contestar a un arranque de Pozzovivo. El gregario de Alberto Contador en el Tour de Francia se fue solo al estreno de su palmarés en una grande. Un regalo para papá Stephen Roche, que ya tuvo un adelanto en la "grande boucle" el pasado julio con el triunfo de su sobrino Daniel Martin, en las filas del Garmin y presente en esta Vuelta.

Roche cumplió "un sueño". Lo dijo en perfecto castellano. También se le entendió perfectamente en la defensa de Contador, acusado por el patrón del equipo, el ruso Tinkoff, de ganar mucho y trabajar poco. "Si piensa así es triste, ya que Alberto dio el 200 por cien en el Tour".

La Vuelta seguirá en Galicia en la tercera etapa que se disputa entre Vigo y Vilagarcía de Arousa, de 184 kilómetros y llegada en alto, en el Mirador de Lobeira. Nibali tratará de defender la "roja" por la costa de las Rías Baixas. El italiano, de momento, como escualo en el agua.

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