Nodosa se vuelca en la construcción de su buque insignia en Marín

El astillero está inmerso en la confección del casco de un arrastrero de 74 metros
Momento en el que se bajaba al agua una de las piezas movidas
photo_camera Momento en el que se bajaba al agua una de las piezas movidas

El Puerto de Marín tiene la suerte de ser la única parte de la villa que a día de hoy está en contacto directo con el mar. Tanto vive de él que es utilizado hasta para hacer maniobras internas y desplazar piezas que se construyen dentro del propio recinto portuario.

Esa técnica es la que está utilizando Nodosa desde el lunes para mover, de punta a punta del Puerto, los bloques del nuevo arrastrero que tiene en cartera. Será un buque de 74 metros "para una empresa hispano malvina del Grupo Pereira", indica el director financiero de la firma, Rafael Outeiral.

En estos momentos, el astillero está en fase de fabricación de bloques, que según detalla Outeiral, son creados "en distintas naves". Concretamente, las piezas que están siendo movidas estos días se han hecho en la dársena de reparaciones, y ahora están siendo transportados a la grada de construcción naval que Nodosa tiene en Marín. Una vez allí, serán ensambladas para conformar el casco del futuro arrastrero.

La razón por la que se mueven por mar y no por tierra radica en su tonelaje. Tal y como apunta Rafael Outeiral, "podemos estar hablando de entre 60 y 80 toneladas" por cada bloque.

El hecho de que sean tan voluminosas hace que transportarlas por carretera "tenga muchas dificultades", por lo que el mar, gran aliado y eje central de la actividad portuaria, se presenta como la solución perfecta.

Estas maniobras durarán hasta el miércoles, según el director financiero, y después continuarán construyendo el resto de partes del buque del Grupo Pereira.

BUQUE INSIGNIA. De todos los proyectos que el astillero tiene en cartera, este se convertirá en su buque insignia, "porque será el más grande que hayamos construido", declaraba hace unos meses Outeiral. A mayores de este arrastrero, Nodosa se ha hecho cargo de la construcción de otro buque holandés y de un remolcador para Mare Marín. Asimismo, asumió la realización de dos barcos para el Puerto de Barcelona, de recogida de residuos, y un pesquero para Malvinas.

Nodosa está viviendo uno de sus años más dulces, igual que la propia rada. Es el tercero en el ranking de pedidos de los astilleros gallegos y, desde la adquisición de la Factoría Naval de Marín, no ha parado de crecer.

El pasado mes de febrero, el acto de botadura del último palangrero construido por el astillero marinense, el CFL Hunter, encargado por la armadora Consolidated Fisheries y que llevará bandera de las islas Malvinas, fue uno de los actos más relevantes del sector naval gallego, cuyo liderazgo en la renovación de las flotas pesqueras tanto estatales como foráneas es ya indiscutible.

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