Nos subimos al nuevo Hyundai i30

El segmento de los modelos compactos tiene un especial interés para las distintas marcas automovilísticas. La firma coreana Hyundai no es ajena a esta realidad, por lo que a la hora de renovar su representante en este mercado, el i30, no ha dudado en poner toda la carne en el asador.


El resultado es un modelo que da un importante salto cualitativo con relación a su antecesor y que se coloca a la altura de los mejores vehículos de su segmento en casi todos los apartados.
Desde que se lanzara al mercado en el año 2008, la marca ha vendido desde entonces 800.000 unidades de i30, aunque el objetivo con la nueva generación es mucho más ambicioso, llegar al millón en 2018, lo que significará vender unas 200.000 unidades del nuevo modelo en solo 24 meses.

Nuevo Hyundai i30
Para conseguirlo, Hyundai ha puesto sobre la mesa todo el saber hacer que ha acumulado en su medio siglo de historia. Estéticamente, el nuevo i30 destila personalidad gracias a una parrilla delantera de generosas dimensiones, escoltada por unas nuevas ópticas con luces led, que ganan protagonismo en el diseño de todo el conjunto.

La zaga es otro de los elementos más novedosos y, posiblemente, no sea una casualidad que sus formas recuerden a las de uno de sus principales rivales, el Volkswagen Golf.

Y es que uno de los principales objetivos de Hyundai en el desarrollo de esta nueva generación del i30 no solo era hacer un coche de calidad, sino que también querían que transmitiese esa imagen. En el exterior, sin duda, lo han conseguido pero, sin duda, es en el interior donde el modelo coreano saca lo mejor de si mismo.

La consola central es más limpia y ergonómica, con una instrumentación cómoda y de fácil lectura en la que no falta la pantalla central de ocho pulgadas con mandos que resultan fáciles e intuitivos de utilizar.

El volante es otro de los elementos que sorprende muy gratamente, gracias a un tacto y grosor perfecto que permite que la conducción se convierta en una experiencia realmente placentera.

Los asientos también brillan a buen nivel en cuanto a comodidad, mientras que la calidad de los diferentes elementos del interior consiguen crear una refinada atmósfera.

La habitabilidad, sin ser la mejor del segmento, tampoco supone ningún problema, ya que los ocupantes de las plazas traseras disponen de espacio sufiente tanto en longitud como en altura, a la vez que el maletero parte de una capacidad de 395 litros, más que suficiente para el día a día de cualquier familia.

Silencioso. Otras de las virtudes del Hyundai i30 es su buen aislamiento, lo que hace que una vez en marcha resulte muy silencioso y prácticamente sin vibraciones. En la primera toma de contacto, también logra una buena nota en el tarado de sus suspensiones, con un equilibrio casi perfecto entre confort y efectividad.

Mecánicamente, el i30 se ofrece con una gama compuesta por dos motores de gasolina —un tres cilindros de 120 caballos y un tetracilíndrico de 140— y una única motorización diésel que, no obstante, se ofrece en variantes de 110 y 136 caballos, aunque en abril llegará otra de 95.

El motor más pequeño de gasolina se muestra especialmente eficiente en recorridos urbanos, donde el gasto medio de combustible se mantiene entre lo s 4,5 y 5 litros. También resulta muy equilibrada la versión de 140 caballos, que destaca por su facilidad para subir de vueltas, lo que le da un aire más deportivo.

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