Nos subimos al nuevo modelo de Renault: el Mégane Sport Tourer

Este vehículo no solo presume de poseer una mayor capacidad de carga con relación a la berlina, sino que también aporta otros rasgos estéticos diferenciadores y de gran personalidad

Exterior del Renault Mégane Sport Tourer
La cuarta generación del Mégane ya cuenta con su variante Sport Tourer, un modelo que no solo presume de poseer una mayor capacidad de carga con relación a la berlina, sino que también aporta unos rasgos estéticos diferenciadores y de gran personalidad.

Todo ello está avalado, además, por una amplia oferta mecánica así como por un alto nivel de equipamiento en cuanto a sistemas de asistencia a la conducción, confort y seguridad.

Al igual que en la berlina, el Mégane Sport Tourer se beneficia de la nueva imagen de marca, introducida por el diseñador Laurens Van den Acker. La parte frontal no presenta apenas diferencias con la berlina, caracterizándose por los grupos ópticos delanteros en forma de C. Las mayores diferencias se aprecian, como es normal, en la parte trasera, aunque los más observadores notarán que esta versión familiar es también 27 centímetros más larga que la berlina, para llegar a una longitud total de 4,62 metros. Lo curioso en este modelo es que, además de ser 6 centímetros más bajo que el compacto, la longitud no la gana en base a un mayor voladizo trasero sino que lo hace gracias a una mayor distancia entre ejes, concretamente, 2,71 metros que se traducen en cuatro centímetros más de lo que ofrece el cinco puertas.

Interior Mégane Sport TourerCon un maletero de 580 litros, el Mégane Sport Tourer se presenta con una buena alternativa para todos aquellos que necesiten un mayor espacio de carga, pero también para los que buscan un coche de imagen y personalidad diferenciadora. En todo caso, esta versión familiar ofrece facilidades que el compacto no puede dar, como es un interior mucho más habitable y funcional.

En la segunda fila de asientos es en donde más se nota los centímetros extra que gana la carrocería familiar, ya que ofrece hasta 21,6 centímetros de espacio para las rodillas, mientras que la altura del techo es la suficiente como para que cualquier adulto pueda viajar en las plazas traseras con absoluta comodidad, independientemente de su altura.

Las formas aprovechables del maletero se complementan con las posibilidades de abatir los respaldos de los asientos traseros en dos partes. Además, también se puede hacer lo mismo con el asiento del copiloto, lo que hace que sea posible cargar en su interior objetos de hasta 2,70 metros de largo. 

INTERIOR. En el interior, destaca una pantalla vertical de 8,7 pulgadas con una sensación visual similar a la de una tablet, debido a su posición vertical. Además, incorpora, entre otras, la tecnología Multisense —que permite personalizar la conducción— un regulador de velocidad adaptativo, alerta de cambio de carril, frenada activa de emergencia y ayuda al aparcamiento.Motores. Mecánicamente, la familia Mégane se articula entre cuatro variantes diésel y dos gasolina. Los primeros son el Energy dCi de 90, 110, 110 Hybrid Assist y 130 caballos, mientras que los segundos pertenecen a la familia TCE, en variantes de 100 y 130 caballos.
Maltero del Renault Mégane Sport Tourer
En lo alto de la gama aparece el acabado GT con una imagen más deportiva. Su motor más potente es el gasolina de cuatro cilindros y 1.6 litros de 205 caballos, asociado a una caja de cambios automática de doble embrague y siete velocidades. También está disponible una versión diésel de 165 caballos.

En una primera toma de contacto con la versión 1.6dCi de 130 caballos, la variante que posiblemente sea la más demandada, el Mégane se reveló como un excepcional rutero con una respuesta suave y lineal que invita a largos desplazamientos. Los consumos se mantienen también muy ajustados y en condiciones reales de tráfico es fácil que se mantengan por debajo de los seis litros.

Comentarios