Notable ante una emergencia real

El 'Doxa' atracado en el Puerto de Vilagarcía
photo_camera El 'Doxa' atracado en el Puerto de Vilagarcía

Cuando la Autoridade Portuaria de Vilagarcía organiza simulacros, es inevitable observar algunas sonrisas entre los participantes, que sienten cómo si estuviesen figurando más que colocándose en una situación de emergencia en la que podrían verse envueltos en cualquier momento.

Fue lo que sucedió durante la madrugada y la mañana del lunes 17, a raíz del incendio registrado en el ‘Doxa’ cuando se encontraba fondeando a 1,6 millas de la playa de Cabío (A Pobra do Caramiñal), en el centro de la Ría de Arousa, al un lado de varias zonas marisqueras y polígonos mejilloneros.

Desde la Capitanía Marítima subrayaron el alto nivel de coordinación que pusieron de manifiesto todos los que intervinieron en las tareas de combatir el incendio en el barco, poner a punto las barreras y otros medios para frenar la contaminación, si se hubiese producido un vertido de combustible, y evacuar a los heridos.

Las directrices marcadas desde la torre de control del Centro de Salvamento Marítimo de Fisterra fueron seguidas por los responsables de los buques ‘María Pita’ y Sebastián Ocampo’, que sofocaron el fuego; los del remolcador ‘Don Inda’; de las lanchas ‘Illa de Cortegada’ y ‘Sargadelos’ y por los pilotos del helicóptero ‘Pesca I’.

Capitanía Marítima también subraya la labor de los quince efectivos de Bombeiros do Salnés, que entraron en un barco de 173 metros de eslora, horas después de que hubiese alcanzado temperaturas muy altas para acabar con todos los focos de fuego, y recuperaron el cadáver de la única víctima mortal: el tercer operador de máquinas, un filipino de 52 años, casado y padre de tres hijos, cuyo cuerpo se encontraba en la lavandería.

El lugar donde fue encontrado no dejó de sorprender a quienes participaron en el operativo porque se trata de una habitación que estaba cerrada por dentro. Una hipótesis que barajan para interpretar lo ocurrido se asienta en la posibilidad de que hubiese huido hacia esta zona del buque con la intención de protegerse.

Sus compañeros acudieron al camarote que ocupaba al comprobar que no se encontraba sobre la cubierta cuando se preparaban para subir a las embarcaciones neumáticas, y tuvieron que abandonar el ‘Doxa’ dejándolo atrás, en la lancha del Servicio de Vigilancia Aduanera que se encontraba cerca del mercante cuando se produjo el incendio.

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